covid
Buscar en
Medicina Paliativa
Toda la web
Inicio Medicina Paliativa Procesos de fin de vida en residencias de ancianos desde la perspectiva de los f...
Información de la revista
Vol. 25. Núm. 3.
Páginas 143-152 (julio - septiembre 2018)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Visitas
4848
Vol. 25. Núm. 3.
Páginas 143-152 (julio - septiembre 2018)
ORIGINAL
Acceso a texto completo
Procesos de fin de vida en residencias de ancianos desde la perspectiva de los familiares
End-of-life process in nursing homes from the relatives’ perspective
Visitas
4848
Manuel Guerrero-Garcíaa, Estrella Rodriguez-Peralb, Laura Lorca-Salasc, Gerardo Tirado Pedregosad, Plácido Guardia Mancillae, Rafael Montoya-Juáreza,
Autor para correspondencia
rmontoya@ugr.es

Autor para correspondencia.
a Departamento de Enfermería, Universidad de Granada, Granada, España
b Residencia de Mayores de La Zubia, Granada
c Unidad de Consultas de Atención Especializada, Hospital de Alta Resolución de Loja, Empresa Pública Hospital de Poniente, Granada, España
d Centro de Salud de Loja, Servicio Andaluz de Salud, Granada, España
e Unidad de Cuidados Paliativos, Complejo Hospitalario Granada, Servicio Andaluz de Salud, Granada, España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Tablas (5)
Tabla 1. Resultados ESAS
Tabla 2. Resultados del Inventario de Buena Muerte
Tabla 3. Relación entre los resultados del ESAS y la calificación de la muerte
Tabla 4. Relación entre los resultados del Inventario de Buena Muerte y la calificación de la muerte
Tabla 5. Resultados de las dimensiones del Inventario de Buena Muerte y la calificación de la muerte
Mostrar másMostrar menos
Resumen
Objetivo

Describir cómo los familiares de los pacientes ingresados en residencias de ancianos califican la muerte y determinar qué factores influyen en esta calificación.

Método

Estudio descriptivo y retrospectivo. Se envió un cuestionario a 52 familiares de pacientes fallecidos de 8 hogares de ancianos. Para evaluar los diferentes aspectos de la muerte del paciente se usaron el Inventario Buena Muerte (Good Death Inventory) y la escala de evaluación de síntomas de Edmonton (ESAS), además de preguntas abiertas sobre la toma de decisiones al final de la vida. Se realizaron pruebas no paramétricas para comprobar si había diferencias entre la calificación respecto a variables sociodemográficas y clínicas, síntomas físicos, toma de decisiones y calidad del fin de vida.

Resultados

Treinta y cuatro familiares respondieron al cuestionario. El 67,6% fueron mujeres, con una edad media de 57,03 años (DT = 12,35). En cuanto a los pacientes fallecidos, la mayoría de ellos fueron mujeres (61,8%), con una edad media de 86 años (DT = 7,23). El 48,3% tenía deterioro cognitivo y el síntoma más intenso en los últimos días de vida de fue la depresión (media [m] = 7,75; DT = 2,44). La dimensión que los familiares puntuaron mejor fue «Ser respetado como individuo» (m = 6,01; DT = 1,56) y la peor «Independencia» (m = 1,72; DT = 1,28). Los familiares de pacientes con demencia reportaron en menor porcentaje de una buena muerte (23,1% vs. 61,1%, p = 0,00) que el resto. Las dimensiones «Bienestar físico y psicológico» (p = 0,00), «Mostrar esperanza y placer» (p = 0,03) y «Sentir que su vida vale la pena vivirla» (p = 0,01) obtuvieron mayores puntuaciones en los casos que se informó de una buena muerte.

Discusión

Casi la mitad de los familiares de los pacientes fallecidos en hogares de ancianos informó de una buena calidad de muerte. Aspectos tales como el respeto humano y la intimidad fueron valorados positivamente. La demencia es un factor que debe tenerse en cuenta en futuros estudios.

Palabras clave:
Cuidados paliativos
Residencia de ancianos
Calidad de muerte
Familia
Anciano
Abstract
Objective

To describe how relatives of patients admitted to nursing homes qualify death and determine which factors influence this qualification.

Method

A descriptive and retrospective study. A questionnaire was sent to 52 relatives of deceased patients of 8 nursing homes. The Good Death Inventory (GDI) and Edmonton Symptom Assessment Scale (ESAS) were used to assess different aspects of patient death; in addition open questions on aspects of end of life decisions were included. Non-parametric tests were performed to check for differences between the qualification of sociodemographic and clinical variables, physical symptoms, decision making and quality of end of life.

Results

34 relatives 34 families responded to the questionnaire. 67.6% women with an average age of 57.03 years (SD=12.35). Most of the deceased patients were women (61.8%) with a mean age of 86 years (SD=7,23). The most severe symptom in the last days of life was depression (m=7.75, SD=2.44). Being respected as an individual“was the dimension that scored best (m=6.01; SD=1.56), and”Independence“worst (m=1.72; SD=1.28). Relatives of patients with dementia reported a lower percentage of a good death (23.1% vs. 61.1%, P=.00) than the rest. The dimensions”physical and psychological comfort“(P=.00),”Show Hope and pleasure“(P=.03) and”Feeling that their life is worth living“(P=.01) scored higher in cases which reported a good death.

Discussion

Almost half of the relatives of patients who died in nursing homes reported a good quality of death. Aspects such as human respect and intimacy were highly rated. Dementia is a factor that might be considered in further studies.

Keywords:
Palliative care
Nursing homes
Quality of death
Family
Elderly
Texto completo
Introducción

En nuestro país, los cuidados paliativos se han desarrollado en unidades hospitalarias específicas y mediante unidades móviles en domicilios1. Sin embargo, la Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos señala que estos deberían desarrollarse también a nivel básico y en otros ámbitos, como salas de hospitalización general, equipos de atención primaria y en centros sociosanitarios como las residencias de ancianos2.

Según el Instituto Nacional de Estadística, en España el número de personas mayores que viven en residencias de ancianos casi se ha triplicado en los últimos 10 años, alcanzando las 270.000 en 20113. Además, datos del Informe para las Personas Mayores señalan que los pacientes atendidos en estos centros suelen ser personas principalmente ancianas, mayores de 80 años con una o varias enfermedades crónicas4.

Por tanto, parece lógico que las residencias de ancianos, además de ser un lugar donde se desarrollen cuidados integrales, sean también emplazamientos donde se produzcan procesos de fin de vida.

En ese sentido, las residencias de ancianos o centros gerontológicos pueden suponer una oportunidad de desarrollo de los cuidados paliativos y una alternativa posible al cuidado domiciliario y la hospitalización en aquellos pacientes que así lo requieran5.

La Organización Mundial de la Salud invita a invertir en métodos de auditoría y mejora de calidad de la atención en las residencias para ancianos y enfermos crónicos6. En nuestro país, tanto la Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos como el Plan Andaluz de Cuidados Paliativos señalan la necesidad de prestar mayor atención a las residencias de ancianos como proveedores de cuidados paliativos7,8.

Sin embargo, hasta ahora se conoce poco sobre cómo se muere en estos centros. Prueba de ello es el escaso número de estudios realizados en nuestro país al respecto9.

Por estos motivos, planteamos este estudio con los objetivos de conocer cómo califican los familiares la muerte de los pacientes ingresados en residencias de ancianos y determinar qué factores (sexo, edad, tipo de enfermedad, sintomatología física, psicológica, toma de decisiones y calidad del proceso de fin de vida) influyen en la calificación de la muerte del paciente por parte de los familiares.

Adoptar la perspectiva de los familiares, en lugar de la del paciente, es un enfoque habitual en investigación, no solo en centros gerontológicos, sino también en otros ámbitos10,11. Un estudio reveló que la información que proporcionaron los familiares en cuanto a síntomas observables y calidad de los servicios era más fiable que la proporcionada por los propios pacientes12.

Material y métodosDiseño

Se diseñó un estudio descriptivo y transversal, donde los familiares de pacientes fallecidos en residencias de ancianos evaluaron retrospectivamente el final de la vida de los pacientes y describieron su experiencia al respecto.

Muestreo

Se realizó un muestreo intencional, de acuerdo con los siguientes criterios de inclusión: familiares de pacientes fallecidos en residencias de ancianos en los últimos 6 meses y que estuvieran implicados en el cuidado del paciente como mínimo en el mes previo al fallecimiento. Se excluyó a aquellos familiares de pacientes fallecidos recientemente (< 6 semanas).

Procedimiento de recogida de datos

La selección se realizó en 8 residencias de ancianos pertenecientes al área del Distrito Metropolitano de Granada, de enero a junio del 2014. Un profesional de cada centro se encargó de seleccionar los familiares que cumplían los criterios de inclusión/exclusión y contactó telefónicamente con ellos para solicitarles una dirección postal para el envío de la documentación. Una vez obtenidas, se les envió un sobre con el cuestionario, una hoja informativa y el consentimiento.

Los profesionales de las residencias identificaron 52 sujetos que cumplían con los criterios de inclusión. Finalmente, 34 familiares remitieron el cuestionario y el consentimiento informado.

Para garantizar el anonimato de los informantes se les asignó a cada cuestionario recibido un código, garantizando así el cumplimiento la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal. Este estudio cuenta con la aprobación del comité de ética de investigación de la provincia de Granada y forma parte del proyecto financiado.

Instrumentos

En el cuestionario, además de datos sociodemográficos del familiar y el paciente (sexo y edad) y datos clínicos del fallecido (presencia de enfermedad oncológica y deterioro cognitivo), se incluyeron los siguientes instrumentos:

  • Inventario de Buena Muerte, para evaluar la calidad del proceso de fin de vida (Good Death Inventory)13. Este cuestionario fue desarrollado y validado en Japón para familiares dolientes. Está compuesto por 18 dimensiones, subdivididas cada una de ellas en 3 situaciones a valorar, las cuales hay que puntuar mediante una escala Likert del 1 al 7. Se evaluaron en total 54 aspectos relacionados con el proceso final de la vida del familiar de la persona entrevistada. El Inventario de Buena Muerte tiene suficiente validez concurrente con la Escala de Evaluación de la Atención (The Care Evaluation Scale)14 y la Escala de satisfacción para los miembros de la familia en duelo15, suficiente consistencia interna (alfa=0,74-0,95), y una fiabilidad aceptable (ICC=0,38 hasta 0,72). Se dispone de una versión en castellano que ha sido traducida del inglés al español, y viceversa, por 2 traductores independientes, y la versión final ha sido evaluada por 15 expertos en cuidados paliativos. A este cuestionario se le añadieron 3 preguntas generales para valorar el final de la vida, en las que se pidió a los familiares que calificaran la muerte de su familiar, su propia experiencia y la calidad de vida de los pacientes en el mes previo al fallecimiento, en una escala de Likert del 1 (pésimo) al 7 (excelente).

  • Escala de evaluación de síntomas de Edmondton (ESAS)16: Evalúa los síntomas que pudieran presentar los pacientes en el último mes de vida. Está validada al español para pacientes con cáncer avanzado. El cuestionario tiene una buena consistencia interna (alfa de Cronbach 0,86) y una fiabilidad aceptable (ICC 0,71 y 0,94)17. Está compuesto por 11 ítems, los cuales hay que puntuar mediante una escala Likert del 0 al 10. Se pide al familiar que seleccione el número que mejor indique la intensidad de cada síntoma.

  • Se incluyeron preguntas dicotómicas (sí o no/no sabe) sobre la información que disponía el paciente y la toma de decisiones al final de la vida (el paciente conocía o estaba informado de la gravedad de su enfermedad, tomó decisiones sobre asuntos particulares que le preocupaban, manifestó voluntades sobre el futuro) y sobre si murió en el lugar, la compañía y el estado de consciencia deseado.

Análisis

El análisis estadístico se realizó mediante el software IBM Spss Statistics 22®. Para describir a los participantes se usaron la media como medida de posición central y la desviación típica como medida de dispersión.

También se realizaron pruebas de contraste de hipótesis para comprobar si existían diferencias entre las puntuaciones de aquellos que calificaban la muerte de sus familiares como buena o muy buena (puntuaban 6 o 7 en la escala de Likert) en relación con las variables sociodemográficas y clínicas, las puntuaciones del ESAS y el Inventario Buena Muerte, y la toma de decisiones.

Dado el número de participantes, se optó por usar pruebas no paramétricas (U de Mann-Whitney y chi al cuadrado de Fisher) y se consideró significación estadística para p ≤ 0,05.

ResultadosDescripción de los participantes

La tasa de respuesta de cuestionarios fue del 81,39%. La edad media de los familiares fue 57,03 años (DT=12,35). La mayoría eran mujeres (67,6%), estaban casados (88,2%) y eran hijos (71,4%) de la persona fallecida.

Respecto a los fallecidos, su edad media fue de 86,38 años (DT=7,23), siendo la mayor parte de ellos mujeres (61,8%), y el estado civil que predominante fue la viudez (67,6%).

En relación con las condiciones clínicas, la mayoría de los pacientes fallecidos presentaban una enfermedad no oncológica (79,3%), siendo la más prevalente los distintos tipos de demencia (48,3%). En cuanto a los datos del fallecimiento la mayoría de las muertes se produjeron en los centros gerontológicos (64,7%). En todos los casos, la persona fallecida pasó la mayor parte del último mes de vida en la residencia.

Calificación de la muerte por parte de los familiares

A la pregunta cómo calificaría la muerte de su familiar, un 45,2% de los participantes la calificó como buena o muy buena, siendo la puntuación media 4,94 (DT=1,71).

Respecto a la sintomatología física, los datos obtenidos en la escala ESAS indican que el síntoma que los familiares percibieron como de mayor intensidad fue la depresión (media [m]=7,75; DT=2,44), seguido de somnolencia (m=7,03; DT=2,78). El resto de las medias y desviaciones típicas se muestran en la tabla 1, junto con la frecuencia de aparición del síntoma.

Tabla 1.

Resultados ESAS

  N.° (%)  Media  Desviación típica 
Depresión  29 (85,3)  7,55  2,44 
Malestar  31 (91,2)  7,1  2,79 
Somnolencia  31 (91,2)  7,03  2,8 
Anorexia  27 (79,4  6,74  2,78 
Cansancio  30 (88,2)  6,7  2,98 
Ansiedad  27 (79,4)  6,67  2,8 
Dolor  26 (76,5)  5,85  2,52 
Disnea  22 (64,7)  5,82  2,77 
Nauseas  13 (38,2)  5,77  3,09 
Insomnio  24 (70,6)  5,58  3,11 
Calidad del proceso de fin de vida de los pacientes con enfermedad crónica avanzada

Para evaluar la calidad del proceso de fin de vida de los pacientes con enfermedad crónica avanzada se empleó el Inventario de Buena Muerte.

Los 3 ítems del cuestionario mejor valorados fueron «Al paciente lo valoraron como persona» (m=6,38; DT=1,48), «El paciente tuvo el apoyo de su familia» (m=6,24; DT=1,46) y «Se respetaron los valores del paciente» (m=6,13; DT=1,68). Los 3 peor valorados fueron «El paciente realizaba sus actividades cotidianas de forma independiente» (m=1,65; DT=1,44), «El paciente sabía el tiempo aproximado que le quedaba de vida» (m=1,96; DT=1,84) y «El paciente era independiente para moverse o levantarse» (m=2,03; DT=1,95).

La dimensión del cuestionario mejor valorada fue el «Ser respetado como individuo» (m=6,01; DT=1,56), mientras que la peor valorada fue la dimensión «Independencia» (m=1,72; DT=1,28). Las puntuaciones para cada ítem se pueden consultar en la tabla 2.

Tabla 2.

Resultados del Inventario de Buena Muerte

Dimensiones  Ítems del cuestionario  N.°  DT 
Bienestar físico y psicológico
m=3,66
DT=1,72
M=3,68
El paciente no sentía dolor  31  3,97  2,18 
El paciente no experimentaba sufrimiento físico (dolor y otros síntomas)  31  3,55  2,11 
El paciente no experimentaba sufrimiento emocional (ansiedad, depresión, etc.)  32  3,56  2,09 
Morir en su lugar de preferencia
m=3,51
DT=2,18
M=3,16
El paciente pudo vivir sus Últimos días en su lugar de preferencia  31  3,19  2,33 
El paciente murió en su lugar de preferencia  29  2,90  2,27 
El lugar donde murió reunía con las expectativas del paciente  30  4,63  2,46  5,5 
Mostrar esperanza y placer
m=3,75
DT=2,26
M=3,84
El paciente vivió su última etapa de forma positiva  31  3,52  2,57 
El paciente experimentó placer en su vida cotidiana  33  3,88  2,43 
El paciente vivió con esperanza  31  3,61  2,54 
Buena relación con el personal sanitario
m=5,32
DT=1,63
M=5,68
El paciente confiaba en su médico  31  5,35  2,14 
El paciente tuvo una enfermera con la cual se sentía cómodo  29  4,72  2,53 
El paciente tenía a alguien que le escuchaba  34  5,88  1,57 
No ser una carga para los demás
m=5,11
DT=1,97
M=5,33
El paciente no se sentía una carga para sus familiares  31  4,90  2,30 
El paciente no se sentía una carga para el resto de las personas de su entorno  31  5,26  1,97 
El paciente no tenía preocupaciones económicas  33  5,39  2,34 
Buena relación con la familia
m=5,74
DT=1,47
M=6,15
El paciente tuvo el apoyo de su familia  34  6,24  1,46 
El paciente pasó el tiempo suficiente con su familia  34  5,24  2,09 
El paciente contaba con familiares a los cuales podía expresar sus sentimientos  33  5,97  1,78 
Independencia
m=1,72
DT=1
M=1,28
El paciente era independiente para moverse o levantarse  34  2,03  1,95 
El paciente realizaba sus actividades cotidianas de forma independiente  34  1,65  1,41 
El paciente no tenía dificultades para ir al baño  32  2,19  2,21 
Comodidad ambiental
m=5,63
DT=1,56
M=6,83
El paciente vivía en un ambiente tranquilo  34  5,79  1,75 
El paciente vivía en un ambiente con poco ruido  34  5,76  1,60 
El paciente no se sentía molesto por otras personas  34  5,32  1,89 
Ser respetado como individuo
m=6,02
DT=1,56
M=6,84
Al paciente lo valoraron como persona  32  6,38  1,48 
El paciente no fue tratado como un objeto ni como un niño  33  5,76  2,24 
Se respetaron los valores del paciente  32  6,13  1,68 
Plenitud
m=4,73
DT=1,97
M=5
El paciente no tenía remordimientos  26  5,73  2,13 
El paciente sentía que había alcanzado las metas de su vida  27  4,96  2,26 
El paciente sentía que su vida era plena  29  3,93  2,33 
Recibir suficiente tratamiento
m=5,64
DT=1,35
M=6,16
El paciente recibió suficiente tratamiento  34  6,12  1,75 
El paciente creía que se habían utilizado todos los tratamientos disponibles  24  5,50  1,98 
El paciente luchó contra su enfermedad hasta el último momento  28  5,04  2,28 
Muerte natural
m=5,53
DT=1,91
M=6,17
El paciente no estaba intubado ni conectado a dispositivos médicos invasivos  33  5,91  2,28 
El paciente no recibió un tratamiento excesivo  33  5,45  2,22 
Al paciente no se le prolongó su vida de manera artificial  32  5,75  2,36 
Preparación para la muerte
m=5,31
DT=1,77
M=5,84
El paciente se reunió con las personas que quería ver  30  5,63  2,14 
El paciente sentía agradecimiento hacia las personas de su entorno  32  5,88  1,86 
El paciente pudo decir a sus seres queridos lo que quería contarles  27  4,11  2,50 
Control sobre el futuro
m=2,04
DT=1
M=1,58
El paciente sabía el tiempo aproximado que le quedaba de vida  26  1,96  1,84 
El paciente sabía lo que podía esperar en cuanto a su futuro dado su estado  28  2,61  2,31 
El paciente participaba en las decisiones sobre la estrategia de tratamiento  29  2,10  1,97 
Inconsciencia de la muerte
m=4,34
DT=1,77
M=4,33
El paciente murió sin ser consciente de que se moría  29  4,72  2,53 
El paciente vivía su vida con normalidad sin pensar en la muerte  29  3,97  2,49 
Al paciente no le daban las malas noticias  26  4,58  2,28 
Orgullo y belleza
m=4,92
DT=2,14
M=5,5
El paciente se sentía agobiado por los cambios en su aspecto físico  29  4,79  2,51 
El paciente se sentía agobiado porque otros se compadecían de él  28  5,64  2,16 
El paciente se sentía agobiado por mostrar debilidad física o mental a su familia  29  4,69  2,48 
Sentir que su vida vale la pena vivirla
m=2,67
DT=1,89
M=2
El paciente sentía que podía aportar algo a los demás  26  2,62  2,00 
El paciente sentía que su vida valía la pena vivirla  27  2,81  2,32 
El paciente mantenía su papel en la familia y/ o en el trabajo  28  2,43  2,33 
Bienestar espiritual y religioso
m=4,11
DT=2,34
M=4,33
El paciente se apoyó en su religión  29  3,48  2,47 
El paciente tenía fe  29  4,86  2,60 
El paciente sentía que estaba protegido por un poder más alto  25  4,24  2,45 

DT: desviación típica: m: media; M: mediana

En relación con la información que disponían los residentes y la toma de decisiones por su parte, sus familiares señalan que solo el 50% de los residentes conocía o estaba informado sobre la gravedad de su enfermedad. Según estos, solo el 29,4% de los residentes tomaron decisiones sobre asuntos personales que le preocupaban y el 32,4% de ellos manifestó voluntades sobre el futuro.

Respecto a su muerte, los familiares manifiestan que un 20% de los residentes murieron en el lugar que habían deseado, un 29% en el estado elegido (consciente o sedado) y que un 55,9% murió en la compañía que deseaba.

Factores que influyen en la calificación de la muerte del paciente por parte de los familiares

Sobre las variables sociodemográficas estudiadas, no existen diferencias entre los que califican la muerte de su familiar como buena o muy buena y el resto, en relación con el sexo o la edad del paciente o del familiar. Tampoco en relación con si presentan enfermedad oncológica o no oncológica. Sí se encontraron diferencias en relación con si presentaban deterioro cognitivo (p=0,040), siendo menor el porcentaje de familiares de pacientes con deterioro que califican la muerte como buena o muy buena (23,1%) respecto al resto (61,1%).

En relación con los síntomas en el último mes de vida, se observan diferencias significativas en relación con los síntomas depresión (p=0,027), así como la percepción de malestar en general (p=0,041), aunque casi todos los síntomas son menos intensos en aquellos pacientes que los familiares indicaron una muerte buena o muy buena (tabla 3).

Tabla 3.

Relación entre los resultados del ESAS y la calificación de la muerte

  Mala o regularBuena o muy buena 
Puntuación (ESAS)  N.  Media  Desviación típica  Mediana  Media  Desviación típica  Mediana 
Dolor  17  5,41  3,242  14  4,07  3,293  0,222 
Cansancio  17  6,41  3,726  14  5,71  3,451  0,521 
Náuseas  17  2,53  3,300  14  1,57  3,155  0,174 
Somnolencia  17  6,12  3,586  14  7,07  2,947  0,673 
Anorexia  17  6,41  3,144  14  3,93  3,832  2,5  0,075 
Disnea  17  4,76  3,492  14  3,36  3,586  1,5  0,294 
Insomnio  17  4,00  3,775  14  4,14  3,570  3,5  0,825 
Ansiedad  17  5,76  3,073  14  5,14  4,092  0,795 
Depresión  17  7,82  2,628  14  5,00  3,762  0,027* 
Malestar  17  7,76  2,562  14  5,43  3,390  5,5  0,041* 
*

p ≤ 0,05.

Respecto a la calidad de los procesos de fin de vida, se han encontrado diferencias en relación a algunos ítems del Inventario de Buena Muerte. En la tabla 4 se muestran solo aquellos ítems en los que se han encontrado diferencias significativas.

Tabla 4.

Relación entre los resultados del Inventario de Buena Muerte y la calificación de la muerte

    Mala o regularBuena o muy buena 
Dimensiones  Ítems  DT  DT 
Bienestar físico y psicológicoEl paciente no sentía dolor  16  3,13  1,96  2,5  14  4,86  2,18  0,03* 
El paciente no experimentaba sufrimiento físico (dolor y otros síntomas)  16  2,75  1,91  14  4,36  2,10  0,05* 
El paciente no experimentaba sufrimiento emocional (ansiedad, depresión, insomnio, etc.)  17  2,53  1,87  14  4,57  1,65  0,00* 
Mostrar esperanza y placer  El paciente vivió su última etapa de forma positiva  16  2,38  1,89  13  4,38  2,72  0,03* 
Buena relación con el personal sanitario  El paciente confiaba en su médico  15  4,47  2,29  14  6,07  1,73  0,02* 
Recibir suficiente tratamiento  El paciente creía que se habían utilizado todos los tratamientos disponibles  14  4,93  2,06  6,22  1,72  0,03* 
Preparación para la muerteEl paciente se reunió con las personas que quería ver  16  4,63  2,50  12  6,75  0,62  0,02* 
El paciente pudo decir a sus seres queridos lo que quería contarles  17  3,29  2,42  5,33  2,12  0,04* 
Bienestar espiritual y religioso  El paciente tenía fe  16  3,81  2,71  12  6,08  1,88  0,03* 
*

p ≤ 0,05.

Por dimensiones, las dimensiones que más influyen en la calificación por parte de los familiares como una buena muerte del paciente, son el bienestar físico y psicológico (p=0,00), mostrar esperanza y placer (p=0,03), preparar la muerte (p=0,01) y sentir que su vida merecía la pena (p=0,05). El resto de los resultados se pueden ver en la tabla 5.

Tabla 5.

Resultados de las dimensiones del Inventario de Buena Muerte y la calificación de la muerte

  Mala o regularBuena o muy buena 
Dimensiones  Media  Desviación típica  Mediana  Media  Desviación típica  Mediana 
Bienestar físico y psicológico  17  2,72  1,31  2,33  14  4,64  1,58  0,00* 
Morir en su lugar de preferencia  17  3,22  1,96  2,67  14  3,16  2,13  3,29  0,94 
Mostrar esperanza y placer  17  2,73  1,90  14  4,29  2,09  4,84  0,03* 
Buena relación con el personal sanitario  15  4,75  1,71  14  5,57  1,44  6,33  0,19 
No ser una carga para los demás  17  4,82  2,16  14  5,05  1,79  5,26  0,86 
Buena relación con la familia  17  5,13  1,69  5,3  14  6,21  0,92  6,5  0,08 
Independencia  17  1,78  1,34  14  1,81  1,36  0,99 
Comodidad ambiental  15  5,24  1,55  5,33  14  5,81  1,45  6,33  0,29 
Ser respetado como individuo  17  5,69  1,90  6,67  14  6,21  1,18  6,59  0,74 
Plenitud  15  4,10  1,98  4,33  14  5,08  1,83  5,5  0,13 
Recibir suficiente tratamiento  17  5,17  1,48  5,33  14  5,99  1,10  6,17  0,89 
Muerte natural  17  5,41  1,98  14  5,86  1,79  6,67  0,58 
Preparación para la muerte  17  4,47  1,90  4,67  14  6,20  1,03  6,59  0,01* 
Control sobre el futuro  17  2,04  1,71  12  2,03  1,47  0,82 
Inconsciencia de la muerte  17  3,93  1,91  14  4,83  1,51  4,59  0,16 
Orgullo y belleza  17  4,78  2,27  13  5,09  2,04  0,67 
Sentir que su vida vale la pena vivirla  17  2,09  1,37  12  3,50  2,27  3,34  0,05* 
Bienestar espiritual y religioso  16  3,44  2,34  12  4,78  2,14  0,11 
*

p ≤ 0,05.

Por último, no se han encontrado diferencias en la calificación de la muerte con la información de la que disponía el paciente y la toma de decisiones.

Discusión

Los resultados de nuestro estudio señalan que los familiares de pacientes fallecidos en residencias de ancianos califican de manera bastante positiva la muerte de sus allegados. Aproximadamente, la mitad de nuestros participantes califican la muerte del paciente como buena o muy buena. Esto puede indicarnos que en las residencias, por lo general, se trabaja bien sobre los aspectos que los familiares consideran importante para que se dé un buen proceso de fin de vida. A la vez, contrasta con estudios similares en otros ámbitos. Un estudio realizado en EE. UU. muestra como en los últimos meses de vida aumenta número de transiciones del paciente de una unidad a otra y también una mayor tendencia a morir en unidades de cuidados intensivos18, dando lugar a una atención médica agresiva al final de la vida y una peor muerte19.

En relación con las puntuaciones obtenidas por dimensiones, la mejor valorada por nuestros participantes fue «Ser respetado como individuo». Esta dimensión está relacionada con el trato que recibió el paciente por el personal sanitario y nos indica que los fueron tratados con dignidad. Un estudio realizado sobre profesionales sanitarios, familiares y residentes identificó como una necesidad muy importante el mantenimiento de la dignidad, solo por detrás de la ausencia de dolor20.

En cambio, la dimensión que peor se valora fue «Independencia». Esto puede deberse a que los pacientes estudiados se encontraban en el último mes de vida, lo que da a un mayor nivel de dependencia. Los estudios muestran como a medida que se aproxima la muerte los pacientes tienen mayor dificultad para llevar a cabo sus actividades de la vida diaria y se produce un aumento de la fragilidad, lo que se traduce en un mayor nivel de dependencia21,22.

En relación con los factores que han influido en la calificación de la muerte como buena o muy buena por parte de los participantes, llama la atención en primer lugar la influencia del deterioro cognitivo. Se han realizado muchos estudios relacionados con la calidad de vida en pacientes con deterioro cognitivo23, se han identificado factores que afectan a la calidad de vida24-26 y se han desarrollado herramientas específicas para este tipo de pacientes27,28. Sin embargo, estas herramientas son útiles para valorar la calidad de vida del paciente, pero no para valorar el proceso de fin de vida. Por ello, consideramos necesario que se desarrollen y validen herramientas específicas para valorar procesos de fin de vida en pacientes con deterioro cognitivo.

Está claro que la presencia de síntomas físicos y psicológicos en el último mes de vida del paciente influye en la valoración de la muerte por parte de los familiares. Sin embargo solo hay un síntoma que parece tener especial incidencia en la calificación de los familiares y es la depresión. La depresión es un problema frecuente en las personas con edad avanzada, con tasas de prevalencia de hasta el 45% en los ancianos institucionalizados29. Pero a pesar de la alta tasa de prevalencia, a menudo la depresión no es reconocida ni tratada adecuadamente, causando gran sufrimiento a los pacientes y sus familias30. La depresión puede afectar negativamente a la calidad de vida del paciente moribundo eliminando la esperanza, deteriorando la capacidad del paciente para interactuar con la familia y afectando a su propia capacidad de organizar sus asuntos al final de su vida31,32. Por lo tanto, sería importante realizar estudios de intervención para mejorar la detección, el diagnóstico y el tratamiento del enfermo con deterioro cognitivo.

Respecto a los factores de la calidad al final de la vida que más influyen en la calificación de una muerte como buena o muy buena, además del bienestar físico y psicológico, están las cuestiones relacionadas con la preparación y la asunción de la propia muerte. Mostrar esperanza, placer o sentir que su vida ha valido la pena parecen ser cuestiones relevantes en aquellos que han tenido una buena muerte. Estos conceptos están ligados con la espiritualidad de cada persona, pero no se debe confundir espiritualidad con religión. Puchalski y Romer33 definen la espiritualidad como’«Aquello que permite a una persona experimentar sentido trascendental de la vida». Algunos estudios muestran la necesidad de integrar la espiritualidad en la prestación de cuidados paliativos34, incluso algunas organizaciones de cuidados paliativos han elaborado directrices atender de forma adecuada estas necesidades35.

Otro de los factores que más influye es la preparación de la muerte, en concreto la posibilidad de ver a las personas que quería ver y transmitir lo que quería decirles antes de morir. En este sentido, hay experiencias en la bibliografía, como la terapia de la dignidad (dignity therapy)36, donde a través de una entrevista, los pacientes tienen la oportunidad de revisar su vida y transmitir mensajes y reflexiones importantes para los amigos o familiares. Esta intervención ha demostrado incrementar el sentido de la dignidad y calidad de vida de las personas, mejorar el estado espiritual del paciente y disminuyendo la tristeza y la depresión37.

Por último, llama la atención que desde el punto de vista de los familiares, no influye sobre una buena muerte, que el paciente haya tomado decisiones o que dispusiera de información. Estos datos contradicen lo encontrado en la literatura. En un estudio realizado con 345 pacientes con cáncer avanzado cuyo objetivo fue evaluar si la conciencia de una enfermedad terminal puede afectar a los procesos de toma decisiones y contribuir a una buena muerte se concluyó que la conciencia de la enfermedad tuvo un efecto beneficioso sobre la toma de decisiones y mejoró la autonomía del paciente38.

Nuestro estudio presenta algunas limitaciones. En primer lugar, habría que destacar un sesgo de selección de los participantes, ya que la participación es voluntaria, y también un posible sesgo al adoptar la perspectiva de los familiares39. Otra limitación importante sería el bajo número de participantes, pero hay que destacar una tasa de respuesta bastante aceptable en comparación con otros estudios40. Como última limitación habría que señalar que el Inventario de Buena Muerte aún no está validado en población española. Por todo ello, a pesar de señalar una realidad novedosa, nuestros resultados se deben tomar con precaución.

Responsabilidades éticasProtección de personas y animales

Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.

Confidencialidad de los datos.

Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado

Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.

Financiación

Este trabajo forma parte de un proyecto de investigación titulado «Factores condicionantes en la implementación de los procesos de atención al final de la vida en residencias de ancianos y en centros gerontológicos» (PI-0619-2011) financiado por la Fundación Andaluza Progreso y Salud.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Bibliografía
[1]
M.M. Becerra Sieira.
Atención enfermera paliativa domiciliaria en atención primaria: prevalencia y características de los enfermos terminales en el área sanitaria de Oleiros.
NURE Inv [Internet], 11 (2014), pp. 1-23
[consultado 22 Abril 2016]. Disponible en: http://www.nureinvestigacion.es/FICHEROS_ADMINISTRADOR/INV_NURE/NURE68_proyecto_oleiros.pdf
[2]
Evaluación de la Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos del sistema de salud. Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas [Internet]. 2012 [consultado 22 Abril 2016]. Disponible en: http://www.aeval.es/comun/pdf/evaluaciones/E26-ECP-SNS.pdf
[3]
INE [Internet]. Censos de Población y Viviendas 2011. Colectivos. Población en establecimientos colectivos según comunidad autónoma y provincia, por tipo de establecimiento colectivo (agrupado) y sexo. España. 2011 [consultado 22 Abril 2016]. Disponible en: http://www.ine.es/jaxi/tabla.do?path=/t20/e244/colectivos/p01/l0/&file=01001.px&type=pcaxis&L=0
[4]
C. Centeno, S. Hernán-Sanz, L.A. Flores.
Cuidados Paliativos: nuevas perspectivas y práctica en Europa. EAPC Taskforce Nuestro Tiempo.
Universidad de Navarra, (2006),
[5]
S. Hall, H. Petkova, D. Tsouros, M. Costantini, I.J. Higginson.
Improving palliative care for older people at home.
Palliative care for older people: Better practices, pp. 33-35
[6]
S. Hall, H. Petkova, D. Tsouros Agis, M. Costantini, I.J. Higginson.
Improving palliative care for older people living in nursing and residential care homes.
Palliative care for older people: Better practices, pp. 29-32
[7]
Estrategia en Cuidados Paliativos del Sistema Nacional de Salud. Actualización 2010-2014. Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad [Internet]. 2011 [consultado 22 Abril 2016]. Disponible en http://www.msssi.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/cuidadosPaliativos.htm
[8]
Plan Andaluz de Cuidados Paliativos 2008-2012. Consejería de Salud de la Junta de Andalucía [Internet]. 2012 [consultado 22 Abril 2016]. Disponible en: http://www.juntadeandalucia.es/salud/export/sites/csalud/galerias/documentos/c_1_c_6_planes_estrategias/plan_cuidados_paliativos/Plan_Cuidados_Paliativos.pdf
[9]
J. López Domínguez, M. Puig Llobet, N. Rodríguez Ávila, M.T. Lluch Canut, C. Ferré Grau, J. Roldán Merino.
El cuidado de las personas mayores al final de la vida en instituciones geriátricas.
Revisión bibliográfica. Rev Presencia [Internet], 10 (2014),
[consultado 22 Abril 2016]. Disponible en http://www.index-f.com/presencia/n20/p10232.php
[10]
I.E. Van Gennip, H.R. Pasman, P.J. Kaspers, M.G. Oosterveld-Vlug, D.L. Willems, D.J. Deeg, et al.
Death with dignity from the perspective of the surviving family: A survey study among family caregivers of deceased older adults.
Palliat Med, 27 (2013), pp. 616-624
[11]
P.M. Yeh, Y. Chang.
Use of Zarit Burden Interview in analysis of family caregivers’ perception among Taiwanese caring with hospitalized relatives.
Int J Nurs Pract., 21 (2015), pp. 622-634
[12]
J.Y. Choi, Y.J. Chang, H.Y. Song, H.J. Jho, M.K. Lee.
Factors that affect quality of dying and death in terminal cancer patients on inpatient palliative care units: Perspectives of bereaved family caregivers.
J Pain Symptom Manage, 45 (2013), pp. 735-745
[13]
M. Miyashita, T. Morita, K. Sato, K. Hirai, Y. Shima, Y. Uchitomi.
Good Death Inventory: A measure for evaluating good death from the bereaved family member's perspective.
J Pain Symptom Manage, 35 (2008), pp. 486-498
[14]
T. Morita, K. Hirai, Y. Sakaguchi, E. Maeyama, S. Tsuneto, Y. Shima, Quality Assurance Committee, Japanese Association of Hospice and Palliative Care Units.
Measuring the quality of structure and process in end-of-life care from the bereaved family perspective.
J Pain Symptom Manage, 27 (2004), pp. 492-501
[15]
T. Morita, S. Chihara, T. Kashiwagi, Quality Audit Committee of the Japanese Association of Hospice and Palliative Care Units.
A scale to measure satisfaction of bereaved family receiving inpatient palliative care.
Palliat Med., 16 (2002), pp. 141-150
[16]
Capital Health. Guidelines for using the Edmonton Symptom Assessment System (ESAS). CH-0373 Mar 2001.
[17]
A. Carvajal, N. Hribernik, E. Duarte, A. Sanz-Rubiales, C. Centeno.
The Spanish version of the Edmonton Symptom Assessment System-revised (ESAS-r): First psychometric analysis involving patients with advanced cancer.
J Pain Symptom Manage, 45 (2013), pp. 129-136
[18]
J.M. Teno, P.L. Gozalo, J.P. Bynum, N.E. Leland, S.C. Miller, N.E. Morden, et al.
Change in end-of-life care for Medicare beneficiaries: Site of death, place of care, and health care transitions in 2000, 2005, and 2009.
JAMA, 309 (2013), pp. 470-477
[19]
A.A. Wright, N.L. Keating, J.Z. Ayanian, E.A. Chrischilles, K.L. Kahn, C.S. Ritchie, et al.
Family perspectives on aggressive cancer care near the end of life.
JAMA, 315 (2016), pp. 284-292
[20]
M. Ben Natan, D. Garfinkel, I. Shachar.
End-of-life needs as perceived by terminally ill older adult patients, family and staff.
Eur J Oncol Nurs, 14 (2010), pp. 299-303
[21]
M.A. Caljouw, H.J. Cools, J. Gussekloo.
Natural course of care dependency in residents of long-term care facilities: Prospective follow-up study.
BMC Geriatr., 14 (2014), pp. 67
[22]
A. Jónsson, I. Bernhöft, K. Bernhardsson, P.V. Jónsson.
Retrospective analysis of health variables in a Reykjavík nursing home 1983-2002.
Laeknabladid., 91 (2005), pp. 153-160
[23]
S. Marventano, M.E. Prieto-Flores, B. Sanz-Barbero, S. Martín-García, G. Fernandez-Mayoralas, F. Rojo-Perez, Spanish Research Group on Quality of Life and Ageing, et al.
Quality of life in older people with dementia: A multilevel study of individual attributes and residential care center characteristics.
Geriatr Gerontol Int., 15 (2015), pp. 104-110
[24]
M. Crespo, C. Hornillos, M.B. de Quirós.
Factors associated with quality of life in dementia patients in long-term care.
Int Psychogeriatr., 25 (2013), pp. 577-585
[25]
H.M. O’Rourke, W. Duggleby, K.D. Fraser, L. Jerke.
Factors that affect quality of life from the perspective of people with dementia: A metasynthesis.
J Am Geriatr Soc., 63 (2015), pp. 24-38
[26]
C.K. Lai, D.D. Leung, E.W. Kwong, R.L. Lee.
Factors associated with the quality of life of nursing home residents in Hong Kong.
Int Nurs Rev., 62 (2015), pp. 120-129
[27]
S. Terada, H. Ishizu, Y. Fujisawa, D. Fujita, O. Yokota, H. Nakashima, et al.
Development and evaluation of a health-related quality of life questionnaire for the elderly with dementia in Japan.
Int J Geriatr Psychiatry, 17 (2002), pp. 851-858
[28]
J.D. Kasper, B.S. Black, A.D. Shore, P.V. Rabins.
Evaluation of the validity and reliability of the Alzheimer Disease-related Quality of Life Assessment Instrument.
Alzheimer Dis Assoc Disord., 23 (2009), pp. 275-284
[29]
C. Smoliner, K. Norman, K.H. Wagner, W. Hartig, H. Lochs, M. Pirlich.
Malnutrition and depression in the institutionalised elderly.
Br J Nutr., 102 (2009), pp. 1663-1667
[30]
N.H. Noorani, M. Montagnini.
Recognizing depression in palliative care patients.
J Palliat Med., 10 (2007), pp. 458-464
[31]
M. Smalbrugge, A.M. Pot, L. Jongenelis, C.M. Gundy, A.T. Beekman, J.A. Eefsting.
The impact of depression and anxiety on well being, disability and use of health care services in nursing home patients.
Int J Geriatr Psychiatry, 21 (2006), pp. 325-332
[32]
D.A. King, M.J. Heisel, J.M. Lyness.
Assessment and psychological treatment of depression in older adults with terminal or life-threatening illness.
Clin Psychol-Sci Pr., 12 (2006), pp. 339-353
[33]
C. Puchalski, A.L. Romer.
Taking a spiritual history allows clinicians to understand patients more fully.
J Palliat Med., 3 (2000), pp. 129-137
[34]
B. Ferrell, S. Otis-Green, D. Economou.
Spirituality in cancer care at the end of life.
Cancer J., 19 (2013), pp. 431-437
[35]
P. Richardson.
Spirituality, religion and palliative care.
Ann Palliat Med, 3 (2014), pp. 150-159
[36]
L.J. Houmann, H.M. Chochinov, L.J. Kristjanson, M.A. Petersen, M. Groenvold.
A prospective evaluation of dignity therapy in advanced cancer patients admitted to palliative care.
Palliat Med, 28 (2014), pp. 448-458
[37]
H.M. Chochinov, L.J. Kristjanson, W. Breitbart, S. McClement, T.F. Hack, T. Hassard, et al.
Effect of dignity therapy on distress and end-of-life experience in terminally ill patients: A randomised controlled trial.
Lancet Oncol., 12 (2011), pp. 753-762
[38]
E. Ahn, D.W. Shin, J.Y. Choi, J. Kang, D.K. Kim, H. Kim, et al.
The impact of awareness of terminal illness on quality of death and care decision making: A prospective nationwide survey of bereaved family members of advanced cancer patients.
Psychooncology, 22 (2013), pp. 2771-2778
[39]
G.N. Thompson, H.M. Chochinov.
Methodological challenges in measuring quality care at the end of life in the long-term care environment.
J Pain Symptom Manage, 32 (2006), pp. 378-391
[40]
H.J. Jho, Y.J. Chang, H.Y. Song, J.Y. Choi, Y. Kim, E.J. Park, et al.
Perceived timeliness of referral to hospice palliative care among bereaved family members in Korea.
Support Care Cancer, 23 (2015), pp. 2805-2811
Copyright © 2017. Sociedad Española de Cuidados Paliativos
Descargar PDF
Opciones de artículo
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos