Malignant neoplasms of the external auditory canal (EAC) and middle ear are rare but have a poor prognosis. The aim of this study is to identify the variables associated with worse prognosis.
Patients and methodThirty-four patients were treated in our department between 1990 and 2006 for EAC and middle ear tumours. The patients were staged according to the 1990 Pittsburgh classification. In most cases, surgery was followed by post-operative radiotherapy.
ResultsThe overall disease-free survival was 49% after 5 years. It reached 87% in stages I and II, whereas the survival for stages III and IV was 21% (P=.001). Pre-operative facial nerve paralysis (P=.03), lymph node metastasis (P=.01), and dural extension (P=.02) were associated with decreased survival rates.
ConclusionsIn carcinomas of the EAC and middle ear, lymph node involvement, facial nerve palsy, and dural extension were associated with a poorer outcome. For tumours in advanced stages, new therapeutic protocols should be evaluated.
Los tumores malignos del conducto auditivo externo (CAE) y el oído medio son poco frecuentes, pero se asocian a una alta morbimortalidad. El objetivo de este estudio es identificar los factores que se asocian con un peor pronóstico.
Pacientes y métodoPresentamos un estudio retrospectivo de 34 pacientes con tumores del CAE y el oído medio tratados en nuestro servicio entre los años 1990 y 2005. Los pacientes fueron clasificados siguiendo el sistema de estadificación de Pittsburgh de 1990. El tratamiento en la mayoría los casos fue quirúrgico con radioterapia postoperatoria.
ResultadosLa supervivencia libre de enfermedad a los 5 años para la serie total fue del 49%. Agrupados por estadios, en estadios I y II fue del 87% y en estadios III y IV del 21% (p=0,001). Se asociaron a un peor pronóstico la parálisis facial preoperatoria (p=0,03), la metástasis ganglionar (p=0,01) y la invasión de la duramadre (p=0,02).
ConclusionesEn los carcinomas de CAE y oído medio, la enfermedad ganglionar, la parálisis facial y la extensión intracraneal se asocian a un peor pronóstico. Dado que la supervivencia a estos tumores en estadios avanzados es escasa, sería necesario considerar nuevos protocolos terapéuticos.