El cáncer de próstata (CaP) es el cuarto cáncer más común en el mundo, y el tratamiento se basa actualmente en la extirpación quirúrgica y/o la radioterapia y/o la terapia hormonal. En los últimos años la inmunoterapia se ha convertido en una importante opción para el tratamiento del cáncer, y aunque los principios de la inmunoterapia evolucionaron durante varios años, la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense solo aprobó el sipuleucel-T, lo que condujo a estudios adicionales con otros agentes, comenzando una nueva era en inmuno-oncología. Se están investigando varias vacunas, así como inhibidores de puntos de control. A pesar del entusiasmo actual, es poco probable que cualquiera de los inmunoterapéuticos por sí solo pueda cambiar drásticamente los resultados del CaP, pero las estrategias combinadas son más prometedoras y proporcionan una razón para el optimismo. El objetivo de la inmunoterapia con CaP no tiene que ser la erradicación completa de la enfermedad avanzada, sino más bien el retorno a un equilibrio inmunológico con un estado de enfermedad indolente. Con esfuerzos tan concertados, el futuro de la inmunoterapia en CaP parece más brillante que nunca, y los resultados de muchos ensayos clínicos se publicarán pronto.
Prostate cancer (PCa) is the fourth most common cancer in the world and treatment is currently based on surgical removal and/or radiotherapy and/or hormone therapy. In the last few years’ immunotherapy has become an important cancer treatment option. While the principles of immunotherapy evolved, only sipuleucel-T was approved by the Food and Drug Administration (FDA) which lead to further studies with other agents, starting a new era in immuno-oncology. A number of vaccines are under clinical investigation as well as checkpoint inhibitors. Despite the current enthusiasm, it is unlikely that any of the approaches alone can dramatically change PCa outcomes, but strategies combination is more promising and provide a reason for optimism. The goal of immunotherapy in PCa does not have to be the complete eradication of advanced disease, but rather the return to an immunologic equilibrium with an indolent disease state. With such concerted efforts, the future of immunotherapy in PCa looks brighter than ever, with many clinical trial results being published soon.