El carcinoma escamoso de pene es el tumor de pene más frecuente. Las metástasis ganglionares son relativamente frecuentes, pero la diseminación a distancia es muy rara.
Material y métodosEntre 1990 y el 2002 fueron diagnosticados y tratados 18 casos de carcinoma de pene. El seguimiento mínimo fue de 2 años de evolución (de 2 a 11 años, con una media de 49 meses). El tratamiento de la lesión primaria, habitualmente por medio de la amputación parcial de pene, nos permite conocer el estadio patológico y el grado de diferenciación histológico, lo cual orientó primordialmente nuestra actitud frente a los ganglios linfáticos regionales.
ResultadosLas adenopatías inguinales palpables persistieron tras antibioterapia en 6 de 7 pacientes. Se realizaron 4 linfadenectomías inguinales precoces. Las complicaciones post-operatorias se presentaron en los 4 casos, siendo el linfedema la más frecuente (100%).
ConclusionesLa categoría del T y el grado histológico de la lesión primaria al momento de decidir la conducta en el manejo de los ganglios, evitará linfadenectomías innecesarias y por otro lado tratará radical y oportunamente aquellos que presenten alto riesgo de diseminación ganglionar.
Squamous cell carcinoma is the most common tumor of the penis. Nodal metastases are relatively common, but distant disemination is very rare.
Material and methodsFrom 1990 to 2002, we diagnosed and treated 18 cases of carcinoma of the penis. The minimum follow-up was 2 years (range 2-11 years; mean 49 months). Treatment of the primary lesion is usually by partial amputation of the penis, which enables us to determine the pathological stage and the histological grade of the tumor and, consequently, our approach to the reguional lymph nodes.
ResultsPalpable inguinal nodes after antibiotherapy remained in six out of seven patients. Inguinal lymphadenectomy was performed early in 4 cases. Postoperative complications were present in the 4 cases, lymphedema being the most frequent one (100%).
ConclusionsThe T and the histological grade of the primary lesion must be considered when deciding the approach in the management of the lymph nodes as unnecesary lymphadenectomy can be avoided and those at high risk of lymph node invasion can be treated radically and timely.