Analizamos la serie de 27 casos de carcinoma de pene diagnosticados y tratados en nuestro centro desde enero de 1984 hasta diciembre del 2007 (17 años). La incidencia anual se situó en 1,7 casos/100.000 varones/año. La edad media ha sido de 64 años (42-85). El tiempo de demora medio en consultar por la lesión ha sido de 15 meses (2-120).
La anatomía patológica de la lesión fue de carcinoma epidermoide en 19 casos (14 bien diferenciados y 5 poco diferenciados) y carcinoma verrucoso en 8 casos. El seguimiento medio ha sido de 48 meses (2-120). Como conclusiones, destacar que no creemos recomendable la realización de linfadenectomía profiláctica, pues pensamos que un seguimiento adecuado para la detección temprana de las adenopatías, no empeora la supervivencia y evita cirugías innecesarias y de gran morbilidad. En cuanto a los factores pronósticos, en nuestra serie, los más determinantes han sido la presencia de adenopatías positivas y el grado de extensión local. Carecemos de experiencia con radioterapia y la quimioterapia.
We have analyzed a set of 27 patients diagnosed of penile cancer who have been treated in our Hospital during the last 17 years (since january 1984 to december 2000).
The annual incidence was set in 1.7 patients/100000 men/year.
The average age has been 64 years (range 42-85).
Patients delayed medical consulting of their lesions for 15 months (2-120).
Histologic analysis found an epidermoid carcinoma in 19 patients, and verrucous carcinoma in 8.
The average follow-up has been 48 months (range 2-120).
As a conclusion we don’t belive necessary prophylactic inguinal lymphadenectomy. Correct followup, for early detection of limph nodes does not worsen survival and it avoids unnecessary operations with a high rate of morbidity.
The prognostic factors in our patients have been the presence of limph nodes and the degree of local extension. We lack of experience with radiotherapy and chimiotherapy.