Las evidencias arqueológicas que permiten comprender cómo entendían la sexualidad nuestros ancestros del Paleolítico superior (38.000-8.500 a.C.) son escasas. Tradicionalmente se ha dado mucha importancia a la información etnográfica referida a la sexualidad y a las relaciones entre sexos que procede de comparaciones con pueblos primitivos actuales, valorándose más desde un punto de vista sociológico y antropológico que biológico.El arte prehistórico, en su doble vertiente parietal y mobiliar, es un reflejo de los comportamientos de los grupos paleolíticos. El sentido de este texto se centra en inferir, a partir de las imágenes masculinas de carácter fálico, los tipos de representaciones y las actitudes sexuales del Paleolítico superior.Prácticas de retracción del prepucio, algunos falos posiblemente circuncidados, actos copulativos, gestos de onanismo, instrumentos posiblemente empleados para la masturbación y otras escenas de índole sexual, algunas de ellas difíciles de interpretar, muestran que los comportamientos sexuales de las gentes del Paleolítico superior eran, desde un punto de vista biológico y fisiológico, similares a los nuestros.
The archaeological record necessary to understand the sexual behaviour of our ancestors from Upper Palaeolithic (38.000-8.500 B.C.) is limited. Traditionally the ethnographic information about sexuality and the relations between sexes derived from comparitions with current primitive human groups have been considered very important, although they have been evaluated more from a social and anthropological rather than biological perspective. Ice age art art, both rock and portable, is a reflection of the behaviour of palaeolithic human groups. The purpose of this text focuses on understanding the types of representations and sexual attitudes during the Upper Palaeolithic, as reflected from masculine images of phallic character.Practices of foreskin retraction, some phalli possibly circumcised, copulative acts, expressions of masturbation, instruments that have been likely been used for masturbation and other sexual scenes, some of which are difficult to interpretate, show that the sexual behaviour of the human groups of the Upper Palaeolithic were similar to ours, both from a biological and physiological viewpoint.