Se describe la reparación transvaginal de un divertículo uretral grande y complejo. Se ha realizado una revisión y análisis crítico de la epidemiología, los métodos diagnósticos, tratamientos y complicaciones de los divertículos uretrales femeninos.
Pacientes y métodosUna mujer de 35 años consultó por goteo terminal, dispareunia e infecciones urinarias de repetición durante cuatro meses. Las imágenes de resonancia magnética nuclear mostraron dos formaciones líquidas en la pelvis de 3,5 y 1 cm de tamaño, respectivamente, que podían corresponder a un gran divertículo complejo, sin poder descartar un quiste de la glándula de Bartolino. En la cistouretroscopia se encontró un divertículo uretral a 10 mm del cuello vesical, con dos ostium. Se realizó una diverticulectomía transvaginal con colgajo de la pared anterior vaginal. Se identificó y analizó la literatura publicada de divertículo uretral femenino mediante la búsqueda en Pubmed Medline.
ResultadosConvalecencia sin complicaciones. El tubo de cistostomía suprapúbica se retiró 2 semanas después de la intervención. La paciente recuperó la micción normal. En la literatura publicada no hay consenso ni en los métodos de diagnóstico ni en las técnicas quirúrgicas para los divertículos vesicales femeninos.
ConclusionesLos divertículos uretrales se diagnostican cada vez con más frecuencia. Sin embargo, continúan pasando desapercibidos porque los síntomas simulan otros trastornos. La cistouretroscopia, el uretrograma retrógrado mediante el catéter de doble balón y últimamente las imágenes de resonancia magnética nuclear pueden diagnosticar esta patología. Con la indicación quirúrgica adecuada, se curan el 86-100% de los divertículos uretrales. La extirpación completa a través de la pared vaginal anterior es el mejor tratamiento con las mínimas complicaciones post-operatorias.
We describe the successful repair of a large and complex urethral diverticulum in a female by transvaginal approach. Epidemiology, diagnostic methods, treatments and complications of female urethral diverticula are reviewed.
Patients and methodsA 35-year-old woman with a history of postvoid dribbling, dyspareunia and recurrent urinary tract infections for 4 months was refered. Magnetic resonance imaging demonstrated two fluido-filled collections in the pelvis of 3.5 and 1 cm in size respectively which may be a very large and complex diverticulum, however, Bartholin gland cyst could not be rule out. Cystourethroscopy revealed a urethral diverticulum at 10 mm from the bladder neck with two ostia. It was performed transvaginal diverticulectomy and an anterior vaginal wall flap was placed. The published literature on female urethral diverticula was identified using a Pubmed Medline search and analysed.
ResultsConvalescence was unremarkable. Suprapubic cystostomy tube was removed 2 weeks after surgery. The patient regained normal voiding. In the published literature there are no agreement neither in the diagnostic nor in the surgical techniques for female urethral diverticula.
ConclusionsUrethral diverticula are diagnosed with increasing frequency. However, this entity continues to be overlooked because the symptoms may mimic other disorders. Cystourethroscopy, retrograde urethrograme using a double balloon catheter and recently magnetic resonance imaging may diagnose this disease. The cure rate of urethral diverticula with appropriate surgical management has a range of 86-100%. Complete excision through the anterior vaginal wall is the most successful treatment modality with minimun postoperative complications.