Se estima que la presencia de anomalías renales en pacientes que sufren un traumatismo renal oscila entre el 4,4 y el 19%. Presentamos un caso de un paciente cuya primera manifestación de una hidronefrosis crónica fue un estallido renal secundario a un traumatismo abdominal.
The incidence of renal anomalies in patients who suffer a renal trauma is around 4.4 and 19%. We introduce a case of a patient whose first sign of a chronic hydronefrosis was a renal burst secondary to an abdominal trauma.