El hematoma subepitelial de pelvis renal (Lesión de Antopol-Goldman) es una rara entidad que preferentemente se diagnostica en la clínica como una lesión neoplásica.
MétodosPresentamos 4 casos nuevos de hematoma subepitelial de pelvis renal diagnosticados en nuestro hospital desde 1989.
ResultadosNuestros casos se presentaron clínicamente por hematuria y dolor lumbar, preferentemente en el lado izquierdo (3 de 4 ). Tras nefrectomía, macroscópicamente se observó en todos los casos un hematoma subepitelial de extensión variable pudiendo llegar a ocupar la pelvis y cálices renales, asociándose a cambios histológicos de hidronefrosis, infarto cortical, renomegalia o angioma renal. Adicionalmente, dos de nuestros pacientes se presentaron por dilatación del sistema pielocalicial, y un tercero presentó carcinoma urotelial de vía urinaria inferior, siendo por tanto la lesión de Antopol-Goldman un hallazgo incidental. En el caso restante se identificó como causa del hematoma pélvico la presencia de hemangiomas renales múltiples.
ConclusionesEl diagnóstico preoperatorio de la lesión de Antopol-Goldman es difícil aunque debería incluirse como diagnóstico diferencial todos aquellos casos con hematuria y alteraciones de pelvis renal en las técnicas de imagen, pues su diagnóstico podría implicar un tratamiento conservador con pieloplastia o nefrectomia parcial.
The subepithelial hematoma of renal pelvis (Lesion of Antopol-Goldman) is a rare entity that preferably is diagnosed clinically as a neoplasic lesion.
MethodsWe present four new cases of subepithelial hematoma of renal pelvis diagnosed in our hospital from 1989.
ResultsOur cases presented clinically whith hematuria and flanc pain, preferably in the left side (3 out of 4). After nephrectomy, all the cases showed a subepithelial hematoma of variable extension that can occupy the renal pelvis and calices, associated to hidronefrosis, cortical infartion, renomegaly or renal angioma. Additionally, two of our patients presented with dilation of the pielocalicial system, and a third one presented with urotelial carcinoma of the ureter, being therefore the lesion of Antopol-Goldman an incidental discovery. In the remaining case, the presence of multiple renal hemangiomas was identified as cause of the renal pelvic hematoma.
ConclusionsThe preoperatore diagnosis of the lesion of Antopol-Goldman is difficult although it should be included as differential diagnosis in those cases with hematuria and alterations of renal pelvis in the image techniques, because an early diagnosis could imply a conservative treatment with pieloplastia or partial nephrectomy.