MATERIAL Y MÉTODO: Desde 1980 hasta febrero de 2000 se han llevado a cabo 1.198 trasplantes renales ennuestro centro. Describimos nuestra serie, que consiste en 22 cálculos (15 en el injerto, 3 en el uréter y 4 en lavejiga) en 18 pacientes, incluyendo 7 litiasis diagnosticadas en el donante cadáver.
RESULTADOS: Se practicó litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC) en 7 ocasiones, cirugía en bancoen 4, litotricia mecánica endoscópica en 5, cirugía abierta en 1 y actitud expectante en 6. Los cálculos conteníanoxalato cálcico (mono o dihidrato) en 9 de los 13 analizados. Aparecieron alteraciones metabólicas en 15 de los18 pacientes, la más común fue la hiperuricemia. No han aparecido complicaciones del tratamiento y en dos litiasis(9%) fue necesario un tratamiento de rescate. Cuatro cálculos recidivaron (22,2%). Están libres de litiasis 12pacientes (66,7%) y 3 con litiasis clínicamente no significativas (83,3% asintomáticos).
CONCLUSIONES: La presencia de litiasis en el donante renal cadáver no es una razón para rechazar el injertopara el trasplante. En el tratamiento de los cálculos renales mayores de 2 cm y ureterales, debe valorarse eltratamiento quirúrgico como primera opción. En los cálculos calicilares menores de 5 mm la abstinencia terapéuticaes la actitud recomendable.
MATERIAL AND METHOD: From 1980 to February 2000, 1198 kidney transplant have been performed in ourinstitution. We describe our series consisting in 22 urinary calculi (15 in the graft, 3 in the urether and 4 in thebladder) in 18 patients, including 7 stones detected in cadaveric donor patients.
RESULTS: We performed external shock wave lithotripsy in 7 patients, bench surgery in 4, endoscopic mechaniclithotripsy in 5, open surgery in 1 and observation in 6. Calcium oxalate (mono and dihidrate) was found in 9of 13 calculi. Methabolic changes were found in 15 of the 18 patients, the most common was hiperuricemia. Therewere not complications of every treatment applied and 9% of them needed a savage treatment. We found recurrencein 4 cases (22,2%). Now 12 of the patients are stone-free (66,7%) and three have non-significative stones(83,3% without symptoms).
CONCLUSIONS: Detection of renal calculi in cadaveric renal donors is not a reason to refuse the graft for furthertrasplantation. In both renal calculi up to 2 cm and uretheric calculi surgical treatment is assessed as firstoption. In caliceal stones smaller than 5 mm observations is the best treatment.