The closure of urinary diversions performed on newly born infants has a notable failure percentage in patients with bladder disease. We present the use of botulinum toxin as a useful and minimally invasive alternative to treat these patients.
Materials and methodsWe present two patients with a single kidney and with posterior urethral valves (PUV), in whom it was necessary to perform a ureterostomy due to chronic kidney disease. In both patients, the subsequent attempt to close the diversion failed. Aged 4 and 10years respectively, they presented bladders commonly known as “dry bladders”, with a low capacity (20 and 110ml), bad adaptation (1.5 and 3.1ml/cm H2O) and high opening detrusor pressure. A 10UI/kg botulinum toxin A puncture was applied in the detrusor on one and two occasions respectively, prior to the closure of the diversion.
ResultsNeither of the patients suffered clinical or ecographic worsening after the closure of the diversion and their kidney function continued without change with respect to the first diversion after 1 and 4years of follow-up respectively. One year after the surgical procedure, video urodynamics showed a significant improvement in bladder capacity (451 and 250ml), in adaptation (20.4 and 81.9ml/cm H2O) and in the opening detrusor pressure.
ConclusionsThe closure of high urinary diversions has a high failure percentage in infants with pathological high-pressure bladders. Botulinum toxin may be useful as bladder treatment prior to closure of the diversion, especially in patients with a single kidney.
El cierre de las derivaciones urinarias realizadas en la edad neonatal tiene un no despreciable porcentaje de fracasos en pacientes con patología vesical. Presentamos el uso de toxina botulínica como alternativa útil y mínimamente invasiva para el tratamiento en estos pacientes.
Material y métodosPresentamos dos pacientes monorrenos con valvas de uretra posterior (VUP) en los que fue necesario realizar ureterostomía por insuficiencia renal severa. En ambos pacientes fracasó el intento posterior de cierre de la derivación. Con 4 y 10 años de edad presentaban vejigas conocidas comúnmente como «vejigas secas», con baja capacidad (20 y 110ml), mala acomodación (1,5 y 3,1ml/cm H2O) y altas presiones de apertura del detrusor. Se realizó punción en el detrusor de toxina botulínica-A 10UI/kg en una y dos ocasiones respectivamente previas al cierre de la derivación.
ResultadosEn ninguno de los pacientes hubo empeoramiento clínico ni ecográfico tras el cierre de la derivación, permaneciendo la función renal sin cambios respecto a la previa tras uno y 4 años de seguimiento, respectivamente. La videourodinámica al año de la intervención muestra una gran mejoría de la capacidad vesical (451 y 250ml), de la acomodación (20,4 y 81,9ml/cm H2O) y de la presión de apertura del detrusor.
ConclusionesEl cierre de las derivaciones urinarias altas tiene un porcentaje de fracasos elevado en niños con vejigas patológicas con presiones elevadas. La toxina botulínica puede ser útil como tratamiento vesical previo al cierre de la derivación, especialmente en pacientes monorrenos.