To present our long-term results with the Anderson-Hynes laparoscopic pyeloplasty, performed by a single surgeon.
Materials and methodsBetween August 1999 and December 2009, 79 patients (80 procedures) were operated for primary ureteropelvic junction obstruction. We use the Anderson-Hynes technique by a transperitoneal approach. Patients were evaluated with Ultrasound, Excretory urography and dynamic renal scintigraphy (Mag-3). The perioperative characteristics, complications and results were reviewed.
ResultsWe performed 80 laparoscopic pyeloplasties in 79 patients. Mean operative time was 93.2min (60–180). Crossing vessels were found in 38 of 82 (46.3%) renal units. Kidney abnormalities occurred in 4 patients (1 double ureteropelvic system, one associated retrocaval ureter, 1 horseshoe kidney and one pelvic kidney). Complications occurred in 5 procedures (6.5%): an immediately postoperative bleeding (Clavien 3b), 1 cecal volvulus (Clavien 3b), 1 urosepsis (Clavien 4th) and 1 urinary fistula (Clavien 3a). In this series there was neither mortality nor conversion to open surgery. There was recurrence in 3 out of 80 patients (3.7%). They were resolved as follows: 1 percutaneous antegrade endopyelotomy, 1 secondary laparoscopic pyeloplasty and 1 robotic pyeloplasty. There was a 96.3% of primary overall success rate.
ConclusionsOur results show that laparoscopic pyeloplasty compares favorably with the result achieved by open surgery. We believe that laparoscopic pyeloplasty is a good surgical alternative for the management of primary ureteropelvic junction obstruction.
Presentar nuestros resultados a largo plazo con la técnica de pieloplastia laparoscópica de Anderson-Hynes realizada por un solo cirujano.
Material y métodosEntre agosto de 1999 y diciembre de 2009 se operaron 79 pacientes (80 cirugías) por estenosis pieloureteral primaria. Se utilizó la técnica de Anderson-Hynes por vía transperitoneal. Los pacientes fueron evaluados con ultrasonido, urografía excretora y centelleograma renal dinámico (Mag-3). Se realizó un análisis prospectivo de la serie, revisando las características perioperatorias, complicaciones y resultados.
ResultadosSe realizaron 80 pieloplastias laparoscópicas en 79 pacientes. El tiempo operatorio promedio fue de 93,2min (60-180). En 38 de 82 (46,3%) unidades renales se encontró como hallazgo vasos polares en proximidad a la unión pieloureteral. Anomalías renales hubo en 4 pacientes (un doble sistema pieloureteral, un uréter retrocavo asociado, un riñón en herradura y un riñón pélvico). Ocurrieron complicaciones en 5 oportunidades (6,5%): sangrado postoperatorio inmediato que se manejó por vía laparoscópica (Clavien 3b), un vólvulo de ciego en el cual se realizó una hemicolectomía derecha con buena evolución postoperatoria (Clavien 3b), una sepsis urinaria (Clavien 4a) y una fístula urinaria de manejo médico (Clavien 3a). No hubo mortalidad en la serie ni conversión a cirugía abierta. Hubo recurrencia en 3 de 80 pieloplastias laparoscópicas (3,7%), las cuales fueron resueltas de la siguiente forma: endopielotomía percutánea en un caso, pieloplastia laparoscópica en un caso y pieloplastia robótica en otro caso. La tasa global de éxito primario fue de 96,3%.
ConclusionesNuestros resultados con la pieloplastia laparoscópica transperitoneal se comparan favorablemente con aquellos logrados por la cirugía abierta. Creemos que la pieloplastia laparoscópica es una alternativa segura para el manejo de la obstrucción de la unión pieloureteral primaria.