Treatment based on androgenic deprivation is one of the standard treatments that many prostate cancer patients receive. Moreover, its use is increasing due to a clear expansion of the indications of this therapy in patients with localized cancer.
Summary of evidenceIn spite of being classically considered that it is well tolerated, androgenic deprivation has adverse effects. Of these, it is worth mentioning the loss of mineral bone mass, which can lead to osteoporosis and increase the risk of bone fracture. Some fractures may have serious consequences, as occurs with hip fractures. To make a diagnosis in this situation, there are useful procedures such as bone densitometry. Once diagnosed, the decrease in mineral bone mass can be managed with dietary recommendations, general changes in lifestyle, or with drugs such as denosumab.
ConclusionsFollowing applicable recommendations, urologists must carefully monitor the bone health of patients with prostate cancer subjected to androgenic deprivation, in order to obtain an early diagnosis and to apply the appropriate general and/or therapeutic measures, if necessary.
El tratamiento basado en deprivación androgénica es uno de los tratamientos estándar que reciben muchos pacientes con cáncer de próstata. Además, su utilización está aumentando debido a una clara expansión de las indicaciones de esta terapia hacia los pacientes con cáncer localizado.
Resumen de evidenciaA pesar de que clásicamente se considera que es bien tolerada, la deprivación androgénica tiene efectos adversos. Entre estos cabe destacar la pérdida de masa mineral ósea, que puede conducir a osteoporosis y elevación del riesgo de fractura ósea. Algunas fracturas pueden tener graves consecuencias, como sucede con la fractura de cadera. Para realizar el diagnóstico de esta situación, existen procedimientos útiles como la densitometría ósea. Y una vez diagnosticada, la disminución de la masa mineral ósea puede ser manejada con recomendaciones dietéticas, cambios generales en el estilo de vida, o con fármacos como los bisfosfonatos o el recientemente aprobado denosumab.
ConclusionesLos urólogos, siguiendo las recomendaciones vigentes, deben llevar a cabo una cuidadosa vigilancia de la salud ósea de los pacientes con cáncer de próstata sometidos a deprivación androgénica, para poder obtener un diagnóstico precoz e instaurar las medidas generales y/o terapéuticas apropiadas, en caso necesario.