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La revascularización carotídea mediante la interposición de injertos carotídeos(IPC) puede ser una alternativa viable a la endarterectomía carotídea (EAC) o al stenting carotídeo (SC) en la patología carotídea compleja. Este artículo describe una revisión retrospectiva de la experiencia de 17 años de la University of California Los Ángeles (UCLA) con IPC para reparación de la carótida. Entre las intervenciones carotídeas realizadas entre 1988 y 2005 se practicaron 41 IPC en 39 pacientes con politetrafluoroetileno (PTFE, n = 31) o vena safena interna invertida (vena, n = 10). Se compararon estadísticamente los datos perioperatorios y el seguimiento a largo plazo para cada conducto. No se identificaron diferencias significativas en las características demográficas de los pacientes,, factores de riesgo, indicaciones operatorias, complicaciones ni en la mortalidad perioperatoria a los 30 días. En cada grupo se produjo un accidente vascular cerebral (AVC) postoperatorio, con una tasa global de AVC del 4,9% (PTFE 3,2%, vena 10%). En el grupo de IPC con PTFE se produjo una oclusión asintomática y dos reestenosis de alto grado comparado con una oclusión asintomática y una reestenosis de alto grado en el grupo de IPC realizados con vena. La permeabilidad primaria global del grupo con PTFE fue del 90% y la permeabilidad primaria asistida fue del 97% (seguimiento medio 50 meses), mientras que en el grupo de injerto venoso la permeabilidad primaria fue del 80% (seguimiento medio 30 meses). La IPC es una técnica segura y eficaz con un excelente seguimiento a largo plazo para la reparación compleja de la carótida cuando la EAC o el SC pueden estar contraindicados.
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