Optic nerve drusen are acellular concretions of calcium located in the parenchyma of the optical nerve head described as the most common cause of pseudo-papilloedema, which makes it difficult to differentiate from a true optical disc oedema. Despite it being rare, the drusen of the optic nerve and the papilloedema secondary to idiopathic intracranial hypertension can coexist in the same patient.
The case is presented of a 34 year-old woman referred to the Ophthalmology Department with visual discomfort, headaches, and pulsatile tinnitus of two months onset. In the physical examination there was bilateral blurring of the optic disc margin with absence of spontaneous venous pulsation. The diagnosis of idiopathic intracranial hypertension was made by lumbar puncture with the measurement of the opening pressure, and due to the findings of the magnetic resonance scan of the brain and the eye sockets. The optic nerve drusen was an incidental finding in an optical coherence tomography angiography, which would later be confirmed with an eye ultrasound.
To our knowledge, this the first case reported in Latin America of the coexistence of optic nerve drusen and papilloedema secondary to idiopathic intracranial hypertension.
Las drusas del nervio óptico son concreciones acelulares de calcio localizadas en el parénquima de la cabeza del nervio óptico descritas como la causa más frecuente de pseudo-papiledema, lo cual las hace difícil de diferenciar de un verdadero edema del disco óptico. A pesar de su poca frecuencia, las drusas del nervio óptico y el papiledema secundario a una hipertensión intracraneal idiopática pueden coexistir en el mismo paciente.
Reportamos el caso de una mujer de 34 años de vida remitida al servicio de oftalmología con molestias visuales, cefalea, y tinitus pulsátil de dos meses de evolución; al examen físico se encontró borramiento del margen del disco óptico de manera bilateral sin pulsación venosa espontánea. El diagnóstico de hipertensión intracraneal idiopática se realizó por una punción lumbar con medición de la presión de apertura, y por los hallazgos de resonancia magnética cerebral y de órbitas. Se observó incidentalmente las drusas del nervio óptico en una tomografía de coherencia óptica con angiografía, que luego se confirmarían con una ecografía ocular.
Este es el primer caso reportado en américa latina de la coexistencia de drusas del nervio óptico y papiledema secundario a hipertensión intracraneal idiopática para nuestro conocimiento.