Visual diseases are the fifth more frequent cause of labour permanent disability, what represents 4% of the total of them. In order to assess these cases we must take in account on one hand the visual requirements of each profesion, and on the other hand the visual functional impairments that the worker is suffering. Special attention must be paid to situations of legal blindness and low vision, as a cause of serious disabilities. Despite the importance of the matter, we have hardly found any reviews about it in the consulted bibliography.
Materials and MethodsWe have carried out a retrospective research of 321 disability claims due to ocular causes, assessed at the Ophthalmology Section of the Forensic Medical Clinic of Madrid, in the last 18 years. They account for 3% of the total disability claims raised in our field.
ResultsThe most frequent professions involved have been administrative services, construction, hotel workers, cleaning and professional drivers. In 90% of cases these professional activities had medium or low visual requirements. The plaintiff in 40% of cases was unemployed. The most frequent visual pathologies we found out were myopic complications (especially myopic maculopathy) 17%, and eye trauma (16%). To a lesser extent: retinal detachment (12%), optic neuritis (7%), glaucoma (6%), diabetic retinopathy (6%), pigmentary retinitis (4%), non-myopic maculopathies (2%) and melanomas (2%). In 23% of cases no significant visual limitation was found (it was lower than 33%). Out of these, 9% were diagnosed as NOVL (non-organic visual loss), 3% of them being very obvious cases of simulation.
ConclusionsIn 82% of the cases the expert’s report pointed out a significant global (visual and non-visual) functional limitation (greater than 33%) of their work capacity. In the previous administrative phase of all these cases the recognition fo disability had not been granted. From the results obtained it turns out the importance of an ophthalmologist acting as an expert in this type of demands.
Las enfermedades visuales ocupan el quinto lugar como causa de incapacidad laboral premanente o invalidez, y suponen el 4% de todas ellas. Para poder valorar estos casos debemos tener en cuenta, por un lado los requerimientos visuales de la profesión, y por otro las limitaciones funcionales visuales que sufre el trabajador, revistiendo una especial importancia las situaciones de ceguera legal y de de baja visión, como causa de invalideces graves. A pesar de la importancia del tema, apenas hemos encontrado revisiones en la bibliografia consultada.
Material y métodosHemos realizado un estudio retrospectivo de 321 demandas de invalidez por causas oculares, peritadas en la Sección de Oftalmología de la Clínica Médico Forense de Madrid, en los últimos 18 años. Suponen un 3% del total de la demandas de invalidez planteadas en nuestro medio.
ResultadosLas profesiones más habituales han sido administrativos, trabajadores de la construcción, hostelería, limpieza y conductores profesionales. En el 90% estas actividades profesionales tenían requisitos visuales medios o bajos. El demandante en el 40% de los casos, estaba en situación de desempleo. Las patologías visuales que con mayor frecuencia hemos encontrado han sido complicaciones miópicas (especialmente maculopatía miópica), 17% y traumatismos oculares, 16%. En menor proporción: desprendimiento de retina (12%), neuritis óptica (7%), glaucoma (6%), retinopatía diabética (6%), retinitis pigmentaria (4%), maculopatías no miópicas (2%) y melanomas (2%). En el 23% de los casos no se encontró una limitación visual significativa (mayor del 33%). De ellos, el 9% se diagnosticaron como PVNO (pérdida visual no orgánica), siendo el 3% de ellos casos de simulación muy evidentes.
ConclusionesEl informe pericial en el 82% de los casos encontraba una limitación funcional global (visual y no visual) significativa (mayor del 33%) de la capacidad laboral. A todos estos casos se les había denegado previamente el reconocimiento de la invalidez en fase administrativa. De los resultados obtenidos se deduce la importancia de que un oftalmólogo intervenga en la valoración pericial de este tipo de demandas.