To evaluate the visual acuity in patients with optic disc drusen and its relationship with the existence of superficial drusen.
MethodsFor a six-year period (from 1997 to 2003), fifty-five patients (100 eyes) with optic disc drusen, confirmed with B- echography, were diagnosed. According to their ophthalmoscopic appearance under 20° retinography, the drusen were classified as hidden or visible. We evaluated the best corrected visual acuity. When the visual acuity was less than 0.8, other additional causes of visual impairment were studied.
ResultsThe average visual acute in patients with papillary drusen was 0.82 (maximum 1.2 and minimum 0.05). Lower visual acute was found in those patients with visible drusen. Visual acute was statistically worse (p=0.016) as the number of drusen increased. The visual acute was normal in 75 cases. The decreased visual acute was exclusively secondary to drusen in 5 cases. In the other 20 patients concomitant causes of visual impairment were found.
ConclusionsA decreased visual acute secondary to drusen is unusual. When present, it is usually moderate and associated with disturbances of the peripheral visual field. There is a significant relationship between the decrease in visual acute and the number of visible drusen. When the central vision is decreased, but not the visual field, other concomitant conditions that could also affect the vision, should be ruled out.
Valorar la agudeza visual en los pacientes con drusas de papila y su relación con la presencia de drusas superficiales.
MétodosDurante un periodo de estudio de 6 años (1997–2003) fueron diagnosticados de drusas de papila 55 pacientes (100 ojos), confirmados mediante ecografía B. Clasificamos las drusas según el aspecto oftalmoscópico (retinografía 20°) en drusas visibles y ocultas. Estudiamos la agudeza visual mejor corregida. Cuando existía una agudeza visual inferior a 0,8 se valoró si existían otras causas oculares de disminución visual.
ResultadosLa agudeza visual media en los pacientes con drusas de papila fue de 0,82 (mínima de 0,05 y máxima de 1,2). Encontramos peor agudeza en los pacientes con drusas visibles, resultando significativamente peor cuanto más abundantes eran las drusas (p=0,016). La agudeza visual fue normal en el 75% de los casos y anormal solo por drusas en 5 casos; en 20 casos hubo otras causas asociadas de disminución visual.
ConclusionesLa disminución de la agudeza visual asociada a drusas es poco frecuente y cuando está presente suele ser moderada y casi siempre asociada a alteraciones del campo periférico. La agudeza visual muestra una relación significativa con la presencia y abundancia de drusas visibles. La pérdida de agudeza visual central sin afectación campimétrica debe hacernos sospechar otras causas asociadas.