Objetivos: El curso clínico de la diabetes tipo 1 (DT1), incluyendo el tratamiento y la prevalencia de complicaciones crónicas, ha cambiado en las últimas décadas. Dada la escasez de datos de pacientes con DT1 de larga evolución en nuestro entorno, nos propusimos describir las características de una población de pacientes con DT1 de más de 20 años de evolución bajo el mismo programa de seguimiento desde el debut de la enfermedad.

Material y métodos: Estudio observacional de corte transversal en el que hemos incluido todos los casos de pacientes del registro de debuts de DT1 de la Unidad de Diabetes de nuestro centro entre 1986 y 1994. Desde 1986 todos los pacientes siguen el mismo programa al debut, incluyendo el tratamiento con múltiples dosis de insulina (insulinas disponibles en cada periodo), además del mismo protocolo de seguimiento, despistaje de complicaciones y escalada de tratamiento. Los datos se han obtenido de la Historia Clínica Informatizada de nuestro centro y de la Historia Clínica Compartida. Hemos recogido la presencia de complicaciones micro/macrovasculares (ECV), hipoglucemias graves e inadvertidas (cuestionario de Clarke), tabaquismo, dislipemia, hipertensión, grado de control metabólico y tipo de tratamiento.

Resultados: De los 279 pacientes incluidos en el registro, 153 (54,8%) continuaban en nuestro centro tras más de 20 años desde el diagnóstico. Del resto de pacientes, un 4,7% habían fallecido, el 18,6% seguían control en otros centros y no dispusimos de datos en un 17,6% de los casos. De los pacientes en seguimiento en nuestro centro, un 53,6% eran mujeres, tenían una edad media de 46,6 ± 8,6 años (edad al debut 23,3 ± 8,76 años) y una duración media de la DT1 de 23,3 ± 2,6 años. Una cuarta parte de pacientes (24,8%) estaba en tratamiento con infusión subcutánea continua de insulina (ISCI). La media de HbA1c en el último año fue de 7,7 ± 1,1% (7,3 ± 1,5% en el grupo de ISCI) y de 7,8 ± 0,9% en los últimos 5 años. El 20,7% fumaban o habían fumado en algún momento, el 15,8% eran hipertensos, el 38,2% tenían dislipemia y el 32,7% tomaban estatinas. Un 20,4% presentaban algún grado de retinopatía diabética, el 11,3% tenían algún grado de nefropatía (todos en tratamiento con IECAs). Existía historia de hipoglucemias graves en el 23,9% y de hipoglucemias desapercibidas en el 15,7%. El 1,3% de nuestros pacientes presentaba antecedentes algún tipo de ECV.

Conclusiones: A pesar de más de dos décadas de evolución de la DT1 podemos considerar que la prevalencia de complicaciones macro y microvasculares en nuestros pacientes con DT1 en un programa específico de seguimiento y control desde el debut de la enfermedad es sustancialmente inferior a la esperada.