Con el inicio del nuevo curso académico a la vuelta del verano se ha producido un retorno a la actividad que ya va dejando atrás los condicionantes de la pandemia. Desde el punto de vista de nuestra revista vamos regresando a la normalidad en cuanto al volumen de artículos que recibimos para publicar. Además, los datos bibliométricos de la revista este año parecen haber animado a nuevos investigadores, grupos e instituciones a enviarnos sus resultados. Estos nuevos grupos están tomando en consideración por primera vez al Boletín de la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio entre sus primeras opciones para publicar. Podemos decir sin temor a equivocarnos que este es un efecto generado por la inclusión de la revista en el primer cuartil de su categoría. Con la actualización de la página web de la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio y la incorporación de la misma a las redes sociales, el Boletín se ha centrado prioritariamente en la publicación de resultados científico-técnicos, dejando su papel de medio de información para los socios, papel que, lógicamente, una publicación bimestral hoy en día no debe llevar a cabo. El balance neto de estos cambios es que el Boletín se va consolidando como una publicación científica de referencia en su campo a nivel internacional.
Enlazando con este último aspecto, dentro de la tipología de trabajos de investigación que venimos recibiendo en los últimos años, cabe mencionar que cada vez recibimos más manuscritos enmarcados en investigaciones relacionadas con materias primas alternativas y reutilización o valorización de residuos. Aunque en algunos casos presentan resultados muy locales o preliminares y no alcanzan el nivel necesario para ser publicados, en general están reflejando un esfuerzo investigador muy importante en el marco de la sostenibilidad de materiales y procesos. En cualquier caso, en los últimos años hemos publicado varios trabajos en este campo y sin duda seguiremos haciéndolo, por supuesto con el rigor exigible a cualquier publicación científica. Es indispensable prestar atención y servir de altavoz para aquellos trabajos científicos que abordan aspectos muy importantes desde un punto de vista práctico para afrontar los desafíos del desarrollo y crecimiento sostenible. Esto no es una moda científica, es una necesidad a escala planetaria y desafortunadamente, a veces, el trabajo de encontrar una materia prima alternativa carece del glamour necesario para ser publicado en una revista de “alto impacto”, dicho esto último sin ánimo de ofender.