Las noticias médicas aparecen con cierta frecuencia en los medios de difusión escrita general. En la mayoría de las ocasiones estas noticias no son contrastadas, con lo que la información que se da a la población es errónea. Dicha difusión no está exenta de una cierta contaminación sensacionalista e incluso comercial. En este caso las implicaciones éticas y deontológicas son evidentes. La responsabilidad de estas acciones recae en tres estamentos diferentes: los profesionales de la salud que las «lanzan» a los medios, los propios medios de comunicación y las instituciones sanitarias.
Medical news appears with certain frequency in press media. In most cases this news is not confirmed, therefore the information given to the population is inappropriate. This diffusion is not unaffected by a certain sensationalist and even commercial contamination. In these cases the ethical and deontological implications are clearly evident. The responsibility of these actions falls on three different groups: the health professionals that launch them into the media, the media themselves and the health institutions.