Objetivos: El actual modelo de evaluación continuada durante el periodo formativo de la especialidad de Cirugía General carece de un sistema objetivo que determine el progreso en las habilidades quirúrgicas adquiridas. El objetivo principal de este seguimiento debería ser la colaboración activa en el aprendizaje para garantizar el cumplimiento formativo de los médicos internos residentes (MIR). Existen sistemas sanitarios europeos donde la evaluación puede jugar un papel importante para el futuro desarrollo profesional en busca de la excelencia. El objetivo de nuestro proyecto consistió en realizar una evaluación estructurada a un MIR de último año de nuestro centro con el fin de objetivar sus habilidades quirúrgicas y considerando su posible implantación como método de evaluación.

Métodos: Se realizó una evaluación estructurada de una sigmoidectomía laparoscópica a un MIR de quinto año de Cirugía General, utilizando como protocolo de referencia el modelo Operative Performance Rating System (OPRS) de la American Board of Surgery, comunicándole previamente el caso para su estudio y preparación. La evaluación se llevó a cabo por tres expertos en la patología de forma simultánea presencial (uno) y remota (dos) mediante una plataforma digital (Proximie), que permite una transmisión en directo, imagen y sonido, del ambiente de quirófano y del procedimiento laparoscópico. Previo al procedimiento quirúrgico se realizó una reunión con el asistente (adjunto) para revisar el caso clínico y su indicación, pasos clave de la técnica quirúrgica y posibles complicaciones. Con el uso del modelo OPRS se evalúan aspectos generales del procedimiento (dificultad del caso, manejo del material quirúrgico, trato a los tejidos, tiempo, movimientos y fluidez quirúrgica) y otros específicos: colocación de los trócares, exposición, identificación de la zona tumoral, calidad de la disección, correcta extensión de la resección y delimitación de la pieza quirúrgica, prevención de la contaminación de la cavidad abdominal y la realización de la anastomosis.

Resultados: La experiencia general fue muy satisfactoria, tanto para los evaluadores como para el residente, y no afectó al desarrollo normal ni a la seguridad del procedimiento quirúrgico. Con el modelo OPRS se puede realizar una evaluación estructurada que refleja de forma objetiva las competencias quirúrgicas del MIR. La plataforma Proximie permitió la valoración de forma remota y estable sin diferencias reseñables respecto a la valoración presencial. Una vez finalizada la intervención se realizó una puesta en común de las puntuaciones y una sesión conjunta con el MIR donde pudo conocer los aspectos positivos y los ámbitos de mejora de sus habilidades quirúrgicas.

Conclusiones: La evaluación objetiva y estructurada de las habilidades quirúrgicas es una herramienta potencialmente útil. Realizada de forma secuencial a lo largo de la etapa formativa permitirá comprobar la evolución y mejoría del MIR. De esta manera se podrá garantizar una formación de calidad.