Introducción: La cirugía hepática ha evolucionado considerablemente en los últimos 30 años como resultado de un mejor conocimiento y aplicación de la anatomía quirúrgica del hígado y la mejora de los abordajes para la transacción del parénquima. Así mismo, la evolución de la cirugía hepática laparoscópica se ha desarrollado durante los últimas dos décadas. Presentamos un video de una cirugía laparoscópica asistida.

Métodos: Presentamos el caso de una mujer de 55 años sometida previamente a una hemicolectomía derecha debido a un adenocarcinoma de colon derecho. En la TC postoperatorio se objetivan 4 metástasis hepáticas localizadas en los segmentos laterales izquierdos, otras 2 lesiones superficiales en los segmentos VI y VII y una lesión central en el segmento V. Tras nueve ciclos de quimioterapia, presenta una respuesta parcial. Se decidió la realización de un abordaje asistido por laparoscopia a traves de la laparotomía media previa.

Resultados: Se inicia la cirugía realizando una laparotomía media suparaumbilical, a través de la cual se lleva a cabo una ecografía intraoperatoria para valorar la localización de las lesiones. A través de esta laparotomía también se realiza la liberación hepática izquierda. Seguidamente se coloca el gel-port a nivel de la laparotomía y los dos trocares en situación subcostal derecha. La movilización del lóbulo hepático derecho ser realiza por laparoscopia mano-asistida. Posteriormente se retira el gel-port. A traves de la laparotomía realizamos la bisegmentectomía 2-3 y metastasectomía de las lesiones de los segmentos 6 y 7. Se realizó radiofrecuencia en la lesión central. La paciente fue dada de alta el 2º día postoperatorio sin complicaciones.

Conclusiones: La cirugía mínimamente invasiva beneficia a los pacientes que necesitan resección hepática de varias formas, en comparación con la resección abierta. La ventaja de la cirugía hepática asistida por laparoscopia (o técnica híbrida) es que no requiere ningún conocimiento de las técnicas laparoscópicas avanzadas, por lo tanto, los cirujanos hepáticos pueden realizarla fácilmente. En conclusión, una técnica híbrida es segura y factible y sirve como un puente entre hepatectomías abiertas y totalmente laparoscópicas.