Introducción: Desde que en 1989 Law y Bartram publicaran su primer trabajo sobre las fístulas perianales y su identificación por ultrasonido con un transductor rotatorio, la ecografía endoanal de 360^o se ha revelado como una herramienta esencial en el estudio de la patología del canal anal y del recto, habiendo contribuido enormemente tanto en el diagnóstico como en la orientación terapéutica.

Objetivos: Correlacionar los hallazgos de la ecografía endoanal y los hallazgos intraoperatorios a fin de mejorar la programación de nuestros pacientes en régimen de CMA.

Métodos: Análisis retrospectivo de los resultados de las ecografías endoanales realizadas en nuestra unidad desde enero de 2015 a diciembre de 2018 registrándose: edad, sexo, ASA, resultado de la exploración, hallazgos intraoperatorios y tipo de cirugía. Fueron excluidos los segundos procedimientos realizados sobre los pacientes portadores de setón para evitar la duplicación de pruebas (en los seguimientos clínicos en estos pacientes nos guiamos por la progresión del setón laxo siendo ésta el principal motivo para nueva cirugía, sin necesidad de nuevas pruebas complementarias). El registro se realizó en el programa SPSS 15.0. Se estableció un valor de p < 0,05 para la significación estadística.

Resultados: Se realizaron un total de 283 procedimientos sobre un total de 244 pacientes, considerándose primarios 264 procedimientos. Predominó el sexo masculino con un 72,5% (n = 177), siendo la mediana de la edad global de 48 años (DE ± 13,705). Predominaron los pacientes ASA tipo II con un 47,5%. En 65 (24,6%) procedimientos no se solicitó la prueba tratándose mayoritariamente fístulas subcutáneas (47; 72,3%). 16 fístulas no fueron identificadas como tales por la ecografía (6,06%). Al comparar las fístulas diagnosticadas ecográficamente como interesfinterianas y transesfinterianas frente a los hallazgos intraoperatorios encontramos una correlación del 86,5% (n = 109) en las transesfinterianas por tan solo un 50% en las interesfinterianas (p = 0,001). Al analizar la altura de la fístula en el canal anal en las transesfinterianas, solo el 45,36% (n = 44) presentaron concordancia con la altura a la que se detectó el OFI durante la exploración quirúrgica.

Conclusiones: La ecografía endoanal es una herramienta útil en el diagnóstico de la fístula perianal, especialmente en la descripción de los trayectos transesfinterianos, aunque la ubicación final del orificio fistuloso interno tan solo tiene una precisión del 45% en nuestra serie.