Introducción: La desnutrición hospitalaria es un proceso altamente prevalente, asociado al aumento de la morbilidad y mortalidad, así como a elevados costes sanitarios. La causa de la desnutrición se relaciona tanto con la enfermedad de base como con los procedimientos terapéuticos, siendo un factor de riesgo para los malos resultados perioperatorios.

Métodos: Se propone la realización de un estudio observacional descriptivo transversal, que permita conocer la prevalencia de desnutrición en nuestro centro y los métodos de cribado que se aplican, así como, estudiar la asociación existente entre el estado nutricional de un paciente que se va a intervenir de una cirugía esófago-gástrica o colorrectal y las posibles complicaciones que pueda desarrollar, prestando especial atención al desarrollo de fístula anastomótica.

Resultados: La prevalencia de desnutrición en nuestro estudio es de 13,67 por 100.000 habitantes, algo menor que la aparece en la literatura que oscila entre el 20% y el 50%. Nuestros resultados muestran una asociación estadísticamente significativa entre la cifra de albúmina y proteínas pre y posoperatorias con la aparición de complicaciones y de fístula anastomótica, así como con el aumento de estancia hospitalaria. Por otra parte, encontramos significación estadística si asociamos el retraso en el inicio de la tolerancia oral con el riesgo de desnutrición. Existen también, diferencias significativas con respecto a la vía de abordaje ya que presenta menos complicaciones y menor riesgo de desnutrición la vía laparoscópica. A pesar de la importancia que tiene el estado nutricional en la evolución de la enfermedad y en la calidad de vida de los pacientes, especialmente en los oncológicos, se ha realizado un cribado nutricional tras la intervención quirúrgica a un 40%. Si comparamos esta cifra con la que se refleja en las publicaciones, solo a un 30% de pacientes se les realiza algún tipo de cribado antes de ser dados de alta. Todo lo anterior, contrasta con las recomendaciones de las sociedades sobre realizar un cribado nutricional precoz para poder ofrecer un soporte nutricional temprano en el posoperatorio. En cuanto a factores vinculados con el estado nutricional, distintas publicaciones describen cómo los pacientes diagnosticados de malnutrición o con alto riesgo sufren más complicaciones infecciosas y no infecciosas. En nuestro caso encontramos también esta asociación.

Conclusiones: Podemos decir, que el riesgo de malnutrición es una condición prevalente en los pacientes hospitalizados que se relaciona con la aparición de complicaciones posoperatorias. Además en estos pacientes se produce un deterioro del estado nutricional durante el ingreso que prolonga la estancia hospitalaria y con ello los costes económicos, de ahí la importante de realizar un buen cribado nutricional previo a una intervención quirúrgica. Este se agrava además, al no existir un método de cribado universal aceptado. Por ello, implementar estrategias para diagnosticar de forma temprana a pacientes que presenten riesgo de malnutrición es fundamental para evitar consecuencias indeseables y mejorar su calidad de vida.