Objetivos: La asistencia sanitara a los pacientes de edad avanzada en el ámbito quirúrgico se ve modificada en ocasiones por la presencia de comorbilidades o por la fragilidad que presentan. La identificación de estos pacientes a través de escalas presenta implicaciones en la evolución posoperatoria y conlleva un manejo específico por equipos experimentados en este grupo poblacional. El objetivo de este estudio es valorar las asociaciones entre los centros participantes y los resultados clínicos del proyecto CiruGerES.

Métodos: Se realizó una encuesta a los centros participantes del proyecto para conocer manejo de pacientes frágiles y características del centro para comparar datos entre centros y valorar asociaciones entre los resultados del estudio CirugerES y las respuestas de la encuesta. CiruGerES es un estudio observacional prospectivo, multicéntrico tipo snapshot de pacientes > 70 años sometidos a intervención quirúrgica durante 3 meses. Se incluyeron variables administrativas, sociodemográficas, clínico-quirúrgicas, de fragilidad y del riesgo quirúrgico y complicaciones posoperatorias.

Resultados: La encuesta cumplimentada por 32 hospitales públicos participantes, distribuidos según tamaño en pequeños 6 (18,8%), medianos 12 (37,5%), grandes 12 (37,5%) y muy grandes 2 (6,3%). De ellos, 30 (93,75%) eran hospitales docentes y 24 (75%) atendía a población de entorno urbano mayoritariamente. Sobre la asistencia al paciente frágil, 18 centros (56%%) realizaban cribado a pacientes susceptibles y 9 (28,1%%) utilizaban sistemáticamente escalas, protocolos o calculadoras de riesgo para pacientes añosos o frágiles, siendo las más usadas el índice de fragilidad clínica, el IF-VIG o Barthel. Solo 6 centros (18,7%) disponían de comité para discutir pacientes frágiles/geriátricos y 21 participantes (65,6%) recibían apoyo para valoración y seguimiento específico, generalmente de cuidados paliativos, medicina interna o geriatría. Del total, 11 (34,4%) auditaban los resultados quirúrgicos en este grupo y 20 (62,5%) realizaban sesiones de morbimortalidad. Los servicios o unidades disponibles según centros fueron: rehabilitación 31 (96,9%), UCI y Neurología 27 (84,4%), Cuidados paliativos 25 (78,1%), 15 geriatría (46,9%). Comparando según el tamaño del hospital, existían diferencias estadísticamente significativas en los pacientes frágiles identificados según ambas escalas, el entorno urbano y los comités para fragilidad.

Conclusiones: Los pacientes quirúrgicos identificados como frágiles se benefician de la asistencia por parte de equipos multidisciplinares para una atención especializada y mejor asistencia sanitaria dado el riesgo de morbimortalidad asociado. Los resultados de este estudio son de utilidad para promover el uso de mejores prácticas e identificar de áreas de mejora en este grupo poblacional.