La ecografía anorrectal (EAR) es una exploración sencilla, cuyo valor en el diagnóstico de la patología anorrectal está altamente contrastado en la bibliografía. El propósito de este estudio ha sido examinar la utilidad de la EAR en pacientes con enfermedad de Crohn (EC) intestinal que presentan algún tipo de manifestación perianal de su enfermedad.
Material y métodosEntre octubre de 1996 y febrero de 1999 se han realizado un total de 18 EAR en 16 pacientes diagnosticados de EC intestinal y con sospecha clínica de presentar algún proceso anorrectal. Utilizamos un ecógrafo B&K Medical con un transductor rotatorio de 360°. El motivo más frecuente de petición de EAR fue la valoración de proctalgia de etiología incierta (5 casos, 28%). Otros motivos fueron: fístulas anales (4 casos, 22%), sospecha de absceso anal (3 casos, 17%), control evolutivo (3 casos, 17%), incontinencia fecal (2 casos, 11%) y sepsis perianal (un caso, 6%).
ResultadosLa orientación diagnóstica del clínico coincidió con los hallazgos ecográficos en 12 casos (67%). Una imagen compatible con absceso fue reconocida en 10 casos (55%), dos de ellos ya sospechados clínicamente y los otros ocho fueron hallazgos asociados fundamentalmente a fístulas y proctalgias de etiología no filiada. Se detectaron defectos esfinterianos en los 2 casos de incontinencia fecal y en otros 2 pacientes fue un hallazgo casual. En el caso de las fístulas anorrectales la EAR permitió conocer de modo más preciso la relación de las mismas con los esfínteres.
ConclusionesLa EAR es de gran utilidad en la EC perianal ya que es capaz de detectar con precisión los defectos esfinterianos y los abscesos anales, motivo por el que resulta de gran valor en el caso de proctalgias o abscesos no sospechados clínicamente. Creemos que la EAR debe ser realizada después del examen rectal, la rectoscopia o la colonoscopia en estos enfermos.
Anorectal echography is a simple procedure whose diagnostic value in anorectal diseases has been much discussed in the medical literature. The aim of this study was to appraise the utility of anorectal echography in patients with Crohn’s disease with some perianal involvement.
Material and methodsBetween October 1996 and February 1999 we carried out 18 anorectal echographies in 16 patients with perianal Crohn’s disease who were suspected of having anorectal involvement. We used a B&K Medical echograph with a 360º rotatory transducer. The most frequent indication for anorectal echography was proctalgia of unknown origin (5 patients, 28%). Other indications were anal fistulas in 4 patients (22%), suspected anal abscess in 3 (17%), follow-up in 3 (17%), fecal incontinence in 2 (11%), and perianal sepsis in 1 (6%).
ResultsClinical diagnosis coincided with echographic findings in 12 patients (67%). An image highly suggestive of an abscess was found in 10 cases, two of which had already been suspected clinically, whereas 8 others were incidental findings associated mainly with fistulas and proctalgias of unrelated causes. Sphincter defects were found in two patients with fecal incontinence, and in a further two as an incidental finding. Anorectal echography enabled a more exact understanding of the relationship between anorectal fistulas and sphincters.
ConclusionsAnorectal echography is highly useful in Crohn’s disease with perianal involvement owing to precise detection of sphincter defects and anal abscesses. It has, therefore, great diagnostic value in evaluating proctalgias and in detecting unsuspected abscesses. In our opinion anorectal echography should be carried out after rectal examination and rectoscopy or colonoscopy in patients with perianal Crohn’s disease.