Hemos leído con detenimiento los comentarios de la carta al editor en relación con nuestro artículo publicado recientemente1. Efectivamente, el estudio fue realizado en el Municipio Libertador del Estado Mérida, como bien se señala en la sección de Material y Métodos, y forma parte de un proyecto denominado «Evaluación del crecimiento, desarrollo y factores de riesgo cardiometabólico en escolares y adolescentes de Mérida, Venezuela (CREDEFAR)». En acuerdo con los comentarios de la carta al editor, se debe evitar cualquier confusión del lector desde el inicio de cualquier artículo, por lo que se tomará en cuenta esta recomendación y se escribirá la procedencia del Municipio Libertador, Mérida, Venezuela, en el título de futuras comunicaciones de CREDEFAR.
Nuestro estudio es observacional de corte transversal. Se ratifica que tanto los institutos educativos como los escolares y adolescentes que participaron fueron seleccionados en forma aleatorizada y siguiendo una rigurosa planificación, tal como se señala en el artículo: «La muestra se seleccionó aplicando un muestreo por estratificación, proporcional, aleatorizado y polietápico que garantizaba la participación adecuada por sexo, por institución pública o privada (condición socioeconómica) y por ubicación geográfica». La población a estudiar era aproximadamente de 4.000 escolares y adolescentes para cada año de edad, según la información suministrada por la zona educativa del Estado Mérida. Con relación al cálculo del tamaño de la muestra, esta fue estimada según la media de circunferencia de cintura de 58cm y desviación estándar de 10cm, obtenida en estudio previo realizado en nuestra ciudad2, con un error alfa del 5%, error beta del 20%, precisión del 2% y potencia a priori del 80%. Este tamaño de muestra fue de 94 participantes por cada año de edad, esto es un total de 846 escolares y adolescentes de 9 a 17-18 años. Como se evidencia, se superó este tamaño de muestra, ya que en nuestro estudio fueron incluidos 919 estudiantes. La potencia a posteriori fue del 96,63%. Además, se realizaron los cálculos necesarios para asegurar que este tamaño de muestra fuera suficiente para la obtención de valores de referencia de otras medidas antropométricas, clínicas y de variables bioquímicas, las cuales serán comunicadas próximamente. Esta información detallada no se incluyó en el artículo, similar a otras publicaciones3–5, sin embargo, se describió con todo detalle en el Proyecto del Trabajo introducido para evaluación ante los entes financieros, tanto a nivel universitario (Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico, Tecnológico y del Arte de la Universidad de Los Andes-CDCHTA-ULA) como gubernamental (Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Innovación-FONACIT-MCTI).
En el artículo se recomienda la utilización de nuestras referencias a nivel regional, porque fueron obtenidas de una población de Mérida, perteneciente a la región de Los Andes, y aunque existan algunas diferencias entre su población, nuestras referencias son, con toda seguridad, más cercanas a la realidad que aquellas que se venían utilizando hasta ahora, provenientes de otros países6, donde la población, definitivamente, es distinta. Como se señala en la carta al editor, en Venezuela se cuenta con referencias nacionales para la gran mayoría de las variables antropométricas, sin embargo aún no se tienen las de circunferencia de cintura.
Lamentablemente, en la revisión bibliográfica realizada no se obtuvo la referencia de Hidalgo et al.7, titulada Determinación de puntos de corte para la circunferencia de cintura a través de curvas ROC en población pediátrica de tres regiones de Venezuela evaluada en el SENACREDH, a la cual hacen referencia en la carta al editor, muy importante para haber sido comentado en nuestro trabajo. Esta revista presenta un retardo de un año en sus publicaciones por lo que en el momento de la elaboración de nuestro estudio no estaba disponible; es de hacer notar que para la fecha actual, octubre 2013, el último número disponible es el de octubre 2012.
Se espera haber aclarado las interrogantes planteadas. Se debe estimular la investigación, sobre todo en los jóvenes en formación; mientras más trabajos de este tipo se realicen, bien diseñados y de una manera responsable, más conocimiento se tendrá sobre el comportamiento de las diferentes variables antropométricas, clínicas y bioquímicas en nuestra población, y se podrán establecer las diferencias que pudieran existir entre las distintas áreas geográficas.