Los pacientes ingresados en cuidados críticos, son portadores de sonda nasogástrica (SNG) para la alimentación enteral y es común administrar formas farmacéuticas sólidas (FFS). Esto hace que algunos preparados farmacéuticos tengan que ser triturados para su administración, lo que puede cambiar sus propiedades farmacocinéticas y por lo tanto su efecto terapéutico, reacciones adversas, etc.
El objetivo de este trabajo es revisar los fármacos que se utilizan por vía oral en nuestra Unidad que no deben ser triturados, proponer medidas alternativas y recomendaciones para una administración correcta. Este estudio descriptivo fue realizado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un Hospital Universitario de 12 camas polivalentes. Para llevar a cabo el trabajo revisamos toda la medicación oral que se administra actualmente en nuestra unidad y su modo de administración a través de la sonda. Mediante una revisión bibliográfica de la base de datos de Medline entre los años 1991-2000 y consultas a distintos servicios de farmacia, se identificaron las formas farmacéuticas orales (FFO) que no se deben triturar y se buscaron sus alternativas.
De los 115 fármacos que se utilizan en nuestra unidad encontramos que 50 de ellos no se pueden triturar. En este grupo de fármacos no se debe modificar la forma farmacéutica (FF) del preparado, por tratarse de formas farmacéuticas cuya trituración altera sus características, propiedades farmacocinéticas, etc. Se presentan las alternativas y recomendaciones para su correcta administración.
Como conclusión, es necesario la elaboración de una guía práctica de administración de medicamentos por SNG, que permitiría en nuestra unidad una mayor eficacia y seguridad del tratamiento farmacológico para esta forma de administración. En cualquier caso debe existir una colaboración con el servicio de farmacia.
In patients hospitalized in intensive care units (ICUs) nasogastric tubes are used for enteral feeding and solid pharmaceutical preparations are commonly administered. These drugs must be crushed before administration, which may alter their pharmacokinetic properties and consequently their therapeutic effects and adverse reactions, etc. The aim of this study was to review the orally-administered drugs used in our unit that should not be crushed, to propose alternative measures and to make recommendations for their correct administration.
Their descriptive study was performed in the ICU of a University Hospital with 12 general-purpose beds. We reviewed all the oral medication currently administered in our unit and its form of administration through the nasogastric tube. Oral pharmaceutical preparations that should not be crushed were identified through a review of articles in MEDLINE published between 1991 and 2000 and through consultations with various pharmacy departments. Alternatives to these drugs were sought.
Of the 115 drugs used in our unit, 50 could not be crushed. The pharmaceutical preparation of this group of drugs should not be modified because crushing would alter their characteristics, pharmacokinetic properties, etc. We present alternatives and make recommendations for their correct administration.
In conclusion, a practical guide for the administration of drugs through nasogastric tubes is required. In our unit, such a guide would increase the efficacy and safety of the pharmacological treatment administered in this way. Collaboration with the pharmacy department is also advisable.