La canulación arterial es una técnica habitual en cuidados intensivos. Con este estudio pretendemos evaluar la eficacia de la implantación de un protocolo de canulación arterial.
Material y métodoEl estudio se llevó a cabo en varias fases: un primer corte transversal para evaluar la técnica realizada y la incidencia de complicaciones, sin conocimiento del estudio por parte del personal implicado; una segunda fase de desarrollo y exposición al personal de la unidad de un protocolo realizado con base a los resultados obtenidos y la evidencia disponible, y una tercera fase de reevaluación de los resultados tras la implantación del protocolo mediante un nuevo corte transversal sin conocimiento del personal.
ResultadosEn la fase 1 se estudiaron un total de 100 canulaciones arteriales, y como resultados fundamentales se obtuvieron la existencia de una gran cantidad de catéteres no fijados mediante sutura (44%) y un porcentaje significativo de casos de retirada accidental (15%). Para dar solución a estos problemas, se implantó el protocolo que insistía en la sutura de todos los catéteres canalizados. Se han recogido ahora datos de 80 pacientes y 133 catéteres. El porcentaje de catéteres que fueron suturados según la indicación del protocolo fue del 98%, significativamente superior a la fase 1 (p < 0,0001). El número de catéteres cuyo motivo de retirada fue la salida accidental fue también significativamente inferior (4%; p = 0,002).
ConclusionesLa implantación de un protocolo de canulación arterial con una alta tasa de seguimiento por parte del personal de enfermería ha conseguido una reducción en la incidencia de iatrogenias debidas a la técnica.
Arterial cannulation is a usual technique in intensive care. With this study, we aim to assess the efficacy of the implementation of an arterial cannulation protocol.
Material and methodThe study was performed in several phases: a first cross-sectional cut-off to assess the technique performed and the incidence of complications, without knowledge of the study by the staff involved. There was a second phase of development and explanation to the unit staff of a protocol performed based on the results obtained and the available evidence. The third phase was of reevaluation of the results after the implementation of the protocol by a new cross-sectional cut-off without knowledge of the staff.
ResultsIn phase 1, a total of 100 arterial cannulations were studied, obtaining the existence of a large amount of catheters not fixed by suture (44%) and a significant percentage of cases of accidental withdrawal (15%) as fundamental results. The protocol was implemented to solve these problems. It stressed the suture of all the cannalized catheters. Data on 80 patients and 133 catheters have now been gathered. The percentage of catheters that were sutured according to the protocol indication was 98%, significantly greater than phase 1 (p< 0.0001). The number of catheters whose withdrawal reason was accident removal was also significantly inferior (4%; p = 0.002).
ConclusionsThe implementation of an arterial cannulation protocol with a high rate of follow-up by the nursing staff has achieved a reduction in the incidence of iatrogenies due to the technique.