Introducción: La intolerancia alimentaria es muy común en el mundo occidental, con una prevalencia estimada que oscila entre un 15-20% de la población. El diagnóstico no es fácil, siendo los principales métodos diagnósticos las dietas de exclusión y los test de aliento. Aunque las dietas de exclusión el patrón de oro, en muchas ocasiones son varios los alimentos que el paciente identifica como potenciales desencadenantes de los síntomas, y esto hace que sean difíciles de seguir.

Métodos: Se expone un estudio observacional retrospectivo de la muestra de test de aliento de hidrógeno y metano asociados, realizados en las consultas externas de Aparato Digestivo en el Hospital Clínico San Cecilio a lo largo de un año, con el objetivo de valorar la rentabilidad de dichos test en el diagnóstico de intolerancias alimentarias.

Resultados: Se realizaron en el período de estudio un total de 86 test de aliento, siendo positivos el 48,8%. De los resultados positivos, el 45,2% son a fructosa, el 40,5% a lactosa y el 14,3% a sorbitol. Al analizar los resultados positivos para cada sustrato en base al número total de test solicitados, observamos que el 35,4% de los test de aliento de lactosa son positivos, el 76% de los test para fructosa son positivos y el 46,2% de los test de sorbitol son positivos (figs.).

Conclusiones: Los test de aliento son método útil, no invasivo y de fácil aceptación. La menor rentabilidad en la intolerancia a la lactosa puede justificarse porque la leche es uno de los alimentos más frecuentemente referidos como causa de la sintomatología, y de ahí la demanda de test de intolerancia para dicho sustrato. Por el contrario, la fructosa y el sorbitol se encuentran en gran número de alimentos de nuestra dieta habitual y resulta más difícil de identificar como los responsables de la sintomatología, lo cual no debe supeditarnos a menor solicitud de los mismos, ya que los resultados obtenidos muestran una gran rentabilidad en su diagnóstico.