La información sobre la eficacia del infliximab en la enfermedad de Crohn a largo plazo (más allá de los 12 meses) es todavía muy limitada. En los pacientes con pérdida de respuesta al infliximab se ha recomendado “intensificar” el tratamiento (aumentando la dosis o disminuyendo el intervalo de administración).
ObjetivoRevisar cuán frecuente es la pérdida de respuesta al infliximab y la necesidad de “intensificar” el tratamiento.
MétodosSe llevó a cabo una búsqueda en MEDLINE empleando los siguientes términos: infliximab AND “Crohn's disease” AND (lose OR lost OR loss OR “dose escalation” OR intensification). Asimismo, se efectuó una búsqueda manual de los abstracts presentados en el congreso europeo (ECCO) y americano (DDW). Criterios de inclusión: estudios que evaluaran la pérdida de respuesta al infliximab y el requerimiento de intensificar dicho tratamiento (definido como un incremento de la dosis -generalmente de 5 a 10mg/kg- o un acortamiento del intervalo de administración -hasta cada 4 semanas) en pacientes con enfermedad de Crohn.
ResultadosSe identificaron 16 estudios en los que se evaluaba la incidencia de pérdida de respuesta al infliximab en pacientes con enfermedad de Crohn. Se incluyeron 2.236 pacientes, lo que supone un seguimiento total de 6.284 pacientes-año. La mayoría de los pacientes recibían el régimen de inducción habitual con 3 dosis (0, 2, y 6 semanas) seguido de tratamiento de mantenimiento cada 8 semanas. La pérdida de respuesta al infliximab se identificó, como media, en el 37% de los pacientes. Dado que la duración del seguimiento oscilaba notablemente entre los diversos estudios, se tuvo en cuenta el período de seguimiento de cada uno y se calculó la incidencia de pérdida de respuesta anual respectiva (por paciente y año de seguimiento). Así, el riesgo anual de pérdida de respuesta al infliximab calculado fue del 13% por paciente y año de tratamiento.
ConclusiónUna proporción variable pero relevante de pacientes con enfermedad de Crohn que reciben tratamiento con infliximab pierden respuesta a este fármaco. Estos hallazgos pueden interpretarse de dos maneras diferentes, pero compatibles. La perspectiva positiva destacaría que la eficacia del infliximab es relativamente duradera, ya que la mayoría de los pacientes que responden inicialmente continuarán haciéndolo al cabo de un año de haber iniciado el tratamiento. La interpretación negativa, por su parte, señalaría que una proporción significativa de pacientes con enfermedad de Crohn –más del 10% por paciente y año de tratamiento– perderá la respuesta al infliximab a largo plazo y requerirá un incremento de la dosis o una disminución del intervalo de administración.