El tratamiento médico del fracaso hepático fulminante busca la recuperación espontánea de la función hepática, pero sus resultados son muy desalentadores (mortalidad del 50-80%). El trasplante hepático es una opción en los pacientes con mala evolución a pesar del tratamiento médico, con una supervivencia superior al 50%. El momento idóneo para efectuar el trasplante es discutido, pues no debe hacerse ni demasiado pronto, cuando la enfermedad hepática aún es reversible, ni demasiado tarde, cuando el paciente se encuentra en una situación clínica irreversible.
Pacientes y MétodoSe revisaron de forma retrospectiva las historias clínicas de 34 pacientes ingresados en nuestro hospital con el diagnóstico de fracaso hepático fulminante, de los que 26 fueron sometidos a trasplante. La causa más frecuente fue la viral con 10 casos (38%), sin que se pudiera establecer etiología alguna en 11 casos (42%). Trece pacientes presentaron complicaciones preoperatorias, la más frecuente de las cuales fue la insuficiencia renal. Según el grado de compatibilidad ABO/DR, fueron idénticos en 13 casos (40%), compatibles en 17 (51%) e incompatibles en los 3 casos restantes (9%).
ResultadosSe efectuaron 33 trasplantes en 26 pacientes: 4 fueron retrasplantados por rechazo crónico, dos por fallo primario del injerto y un caso por rechazo hiperagudo. La mortalidad global fue del 46% (12 pacientes), y la causa más frecuente de fallecimiento fue la infecciosa (50%). La supervivencia actuarial global fue del 68% al año, del 63% a los 3 años y del 59% a los 5 años. Los factores de mal pronóstico fueron la insuficiencia renal y respiratoria, el electroencefalograma grado D y los grados de encefalopatía III y IV; este último fue el único factor pronóstico según el análisis multivariante. Los factores pronósticos de mortalidad fueron los hallazgos de un electroencefalograma grado D, los grados de encefalopatía III y IV y la insuficiencia respiratoria; este último fue el único factor pronóstico según el análisis multivariante.
ConclusionesLa obtención de buenos resultados con el empleo del trasplante en el abordaje del fracaso hepático fulminante depende de una óptima selección de los candidatos a trasplante, lo que implica la identificación temprana de los mismos, esto es, precocidad en la indicación del trasplante, reducción del tiempo medio de espera y exclusión de aquellos con factores de mal pronóstico.
Medical treatment for fulminant hepatic failure seeks spontaneous recovery of the liver function, but the results are very discouraging (50-80% mortality). Liver transplantation is an option in patients with a poor evolution despite medical treatment, with survival rates of > 50%. The ideal moment for performing the transplant is controversial, as it should not be done too soon, when the liver disease is still reversible, or too late, when the patient is in an irreversible clinical situation.
Patients and MethodA retrospective review was made of the clinical histories of 34 patients admitted to our hospital with a diagnosis of fulminant hepatic failure, of whom 26 underwent transplantation. The most frequent cause was viral, with 10 cases (38%); no aetiology at all could be established in 11 cases (42%). Thirteen patients had preoperative complications, the most frequent being renal insufficiency. As for degree of ABO/DR compatibility, 13 cases were identical (40%), 17 compatible (51%) and the other 3 incompatible (9%).
ResultsThirty-three transplants were performed in 26 patients: 4 were retransplants due to chronic rejection, 2 for primary graft failure and 1 for hyperacute rejection. The overall mortality rate was 46% (12 patients), the most frequent cause of death being infection (50%). The overall actuarial survival rate was 68% at 1 year, 63% at 3 years and 59% at 5 years. The factors of poor prognosis were renal and respiratory insufficiency, a grade D electroencephalogram, and encephalopathy grades III and IV, the latter being the only prognostic factor identified in the multivariate analysis. The prognostic factors for mortality were a grade D electroencephalogram, encephalopathy grades III and IV and respiratory insufficiency, the latter being the only prognostic factor identified in the multivariate analysis.
ConclusionsThe achievement of good results with the use of transplantation in the management of fulminant hepatic failure depends on an optimum selection of transplant candidates, which means identifying them early, i.e. early indication for transplant, reduction in mean waiting time and exclusion of factors of poor prognosis.