El tratamiento con fármacos inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina constituye en la actualidad una de las claves del manejo de la enfermedad cardiovascular y renal aunque ciertos efectos secundarios limitan su utilización. Los antagonistas de los receptores de la angiotensina II se presentan como una alternativa a los anteriores pero con un perfil de efectos secundarios más favorable al del placebo. Las recomendaciones actuales del Joint National Committee y de la Organización Mundial de la Salud/Sociedad Internacional de Hipertensión indican los antagonistas de los receptores de la angiotensina II en aquellos casos en que existe una indicación especial de usar un inhibidor de la enzima de conversión de la angiotensina, pero un efecto secundario lo impide. Los datos de los estudios sobre la eficacia a largo plazo de los antagonistas de los receptores de la angiotensina II, como los procedentes de los ensayos recientemente publicados en pacientes con nefropatía diabética o insuficiencia cardíaca congestiva, van estableciendo el papel de estos fármacos en el tratamiento de la enfermedad cardiovascular y renal.
Angiotensin-converting enzyme inhibition is one of the cornerstones of cardiovascular and renal therapy but certain side effects limit its use. Angiotensin II receptor antagonists are presented as having the effectiveness of angiotensin-converting enzyme inhibitors but a side-effect profile comparable to that of placebo. Joint National Committee VI report and World Health Organization/International Society of Hypertension guidelines recommend the use of angiotensin II receptor antagonists in patients who should be given an angiotensin- converting enzyme inhibitor but who cannot tolerate it mainly because cough. Outcome data are continuously growing, the last being from trials dealing with diabetic nephropathy or congestive heart failure, and are expected to delineate the role of angiotensin II receptor antagonists in the cardiovascular and renal care.