El papel de la hipertensión arterial (HTA) como factor de riesgo en la morbimortalidad cardiovascular y el efecto beneficioso del tratamiento hipotensor han sido confirmados en los ancianos hasta la edad de 80 años. Sin embargo, los datos relativos a sujetos mayores de 80 años son escasos y contradictorios. Esto cobra mayor trascendencia debido al envejecimiento progresivo de la población y a la alta prevalencia de la HTA en este colectivo en el mundo industrializado. En varios ensayos clínicos se ha demostrado una relación positiva entre la presión arterial y la supervivencia. El efecto beneficioso del tratamiento hipotensor en los ensayos realizados en los ancianos disminuye con la edad y puede estar ausente después de los 80 años. Los sujetos que alcanzan edades muy avanzadas presentan ciertas características distintas que los llamados ancianos (mayores de 65 años), lo que justifica una valoración más personalizada. En estos momentos cualquier decisión terapéutica en este grupo tiene que estar basada en el sentido común.
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