Se revisan los síntomas y signos que orientan a la hipertensión vasculorrenal. Dentro de las exploraciones complementarias, la sensibilidad y especificidad de los métodos no invasivos más utilizados (gammagrafía, Doppler, angiorresonancia y el scanner helicoidal) son muy similares, aunque dependen de los medios y experiencia de cada centro.
Hasta estos momentos la gammagrafía renal basal, y tras la administración de un inhibidor de la enzima de conversión de la angiotensina, es la técnica de aproximación más utilizada. Aporta información funcional sobre el grado y repercusión de la estenosis.
En relación con exploraciones morfológicas, los resultados
publicados sobre la utilización de la angiorresonancia y el scanner helicoidal son muy prometedores. Cuando la sospecha clínica de hipertensión vasculorrenal (HVR) sea muy elevada se puede realizar como primera exploración una arteriografía renal. En los casos de sospecha moderada o baja se realizará como aproximación una prueba no invasiva que depende de la experiencia y resultados de cada centro. Si es positiva, se hará después una arteriografía de confirmación.
El objetivo fundamental del tratamiento de la HVR es preservar o mantener la función renal. En la displasia fibromuscular la técnica de elección es la angioplastia transluminal percutánea por sus excelentes resultados, baja morbilidad y nula recidiva. En la enfermedad aterosclerótica la revascularización quirúrgica es la primera indicación, pero en pacientes de alto riesgo o con lesiones severas del sector aórtico se puede realizar angioplastia/endoprótesis. En los casos de enfermedad vasculorrenal bilateral e insuficiencia renal será preciso realizar una valoración individualizada de cada paciente.
Symptoms and signs orienting towards renovascular hypertension are here reviewed. Within complementary examinations, sensitivity and specificity of the non-invasive methods used most commonly (scintigraphy, Doppler, angioresonance and helicoidal scanner) are very similar, although they are dependent upon facilities and expertise of each institution.
Up to now, basal real scintigraphy after the administration of an inhibitor of the angiotensin conserting enzyme is the approaching technique used most commonly. It provides functional information on the degree and repercussion of stenosis.
Regarding morphological examinations, the reported results on the use of angio-resonance and helicoidal scanner are very promising. When the clinical suspiction of renovascular hypertension is very high, a renal arteriography should be performed first. In cases of moderate or low suspiction an approach can be performed with a non-invasive technique depending on the expertise and results of each institution. If positive, a confirmatory arteriography should be performed next. The main objective of treatment of RVH is to preserve or maintain renal function. In the fibromuscular dysplasia the first choice technique is percutaneous transluminal angioplasty because of its excellent results, low morbidity and null relapsing rate. In the atherosclerotic disease, surgical revascularization is the first indication, but in high risk patients or in those with severe lesions in the aortic sector angioplastystent can be performed. In cases of bilateral renovascular disease and renal failure a clinical assessment of every patient should be performed.