Explorar el efecto de la personalidad sobre las presiones arteriales de cribado determinadas en las consultas, así como sobre las presiones arteriales domiciliarias.
MétodosEntre 1997 y 1999 se realizaron medidas de presión arterial de cribado y medidas domiciliarias a 699 participantes, a quienes además se administró la versión japonesa abreviada del cuestionario de personalidad de Eysenck. Se definieron una presión arterial de cribado elevada con cifras superiores a 140/90 mmHg y una presión arterial domiciliaria elevada con cifras tensionales superiores a 135/85 mmHg.
ResultadosLos participantes con menores puntuaciones en extraversión (es decir, con introversión) mostraron mayores diferencias entre cifras tensionales sistólicas de cribado y domiciliarias. La asociación entre introversión y diferencias tensionales era estadísticamente significativa, incluso tras ajustar para otros posibles factores de confusión (edad menor de 63 años, género femenino, presión de pulso en el cribado superior a 58 mmHg, no fumar y ausencia de consumo de antihipertensivos). Las medias ajustadas de las diferencias de presión arterial sistólica eran 7,3 y 4,4 mmHg entre el menor y el mayor cuartil de extraversión, respectivamente (p = 0,02). Otras puntuaciones de la personalidad (psicoticismo o neuroticismo) no se asociaron a las diferencias entre presión arterial de cribado y domiciliaria. Al incorporar la puntuación en extraversión a un modelo básico con las variables de ajuste mencionadas más arriba se mejoró mínimamente la capacidad predictiva de mayores incrementos tensionales domiciliarios. El área bajo la curva ROC (receiver operating characteristic) aumentó en 0,037 entre los participantes con la presión arterial de cribado elevada y en 0,006 con la presión arterial de cribado normal comparada con el modelo básico.
ConclusiónConocer si los pacientes con presiones arteriales elevadas en las consultas presentan además criterios de introversión, pues podría ayudar a la sospecha diagnóstica de hipertensión de bata blanca.