En la fisiopatología de la hipertensión se encuentran involucradas alteraciones de la volemia y aumento de resistencias periféricas. De manera subyacente a estas alteraciones se encuentran el desequilibrio del sistema renina-angiotensina-aldosterona, las alteraciones del sistema nervioso simpático, el aumento del sodio, etc., y todos interactuando entre si de forma compensatoria. La alteración de uno de estos mecanismos dará lugar a elevación de la presión arterial, sí alguno de los otros no ejerce función compensadora. Ello implica que en la mayoría de los hipertensos vamos a encontrar más de un mecanismo de disfunción, lo que dificultará conseguir el adecuado control de la hipertensión actuando con un fármaco en uno solo de estos mecanismos alterados. Por ello no nos debe extrañar que una mayoría de pacientes precisen combinación de 2 o 3 fármacos que actúen sobre más de un mecanismo. Por otra parte, varios estudios han demostrado que alcanzar el control en corto tiempo en los pacientes de alto riesgo cardiovascular reduce la morbimortalidad. Ambos objetivos serán más fáciles de alcanzar si se inicia el tratamiento con doble terapia, especialmente en pacientes con riesgo cardiovascular alto y en aquellos en los que es necesario conseguir mayores reducciones de la presión arterial para lograr el objetivo de control de la hipertensión arterial y de su morbimortalidad asociada.
The physiopathology of hypertension includes alterations in blood volume and an increase in peripheral resistance. Underlying these alterations is an imbalance in the renin-angiotensin-aldosterone system, alterations in the sympathetic nervous system, and an increase in sodium, etc. All these alterations interact in a compensatory fashion. An alteration of one of these mechanisms will give rise to an elevation in blood pressure if one of the other mechanisms does not act to compensate. Consequently, most hypertense patients have more than one dysfunctioning mechanism. This, in turn, makes it difficult to achieve good blood pressure control by using a drug that acts on only one of the altered mechanisms. Consequently, it is not surprising that most patients require a combination of two or three drugs that act on more than one mechanism. Several studies have shown that achieving good blood pressure control in the short term in patients at high cardiovascular risk reduces morbidity and mortality. Both objectives will be more easily achieved if treatment is started with dual combination therapy, especially in patients at high cardiovascular risk and in those requiring the greatest blood pressure reduction to achieve good control of hypertension and its associated morbidity and mortality.