El objetivo del tratamiento antihipertensivo se centra en la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular asociado a la elevación de la presión arterial. Para conseguir dicho beneficio es necesario el tratamiento y control de todos los factores de riesgo cardiovascular asociados, así como la consecución de unos objetivos terapéuticos por lo que respecta a las cifras de presión, que deben adecuarse al riesgo cardiovascular global del individuo. El tratamiento antihipertensivo con las cinco principales familias de fármacos (diuréticos, bloqueantes betaadrenérgicos, calcioantagonistas, inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina y antagonistas de los receptores de la angiotensina) ha demostrado su capacidad para reducir la morbimortalidad cardiovascular en pacientes con cifras de presión elevada en diferentes grados, de todas las edades, de ambos sexos y con elevación de la presión tanto sistólica como diastólica. Las principales diferencias observadas en los estudios comparativos entre fármacos son debidas a distintos grados de reducción de la presión arterial, aunque algunas clases de fármacos tienen indicaciones específicas en situaciones clínicas concretas. La instauración del tratamiento antihipertensivo debe acompañarse en todos los casos de cambios adecuados en el estilo de vida que contribuyan a la reducción tensional y/o a disminuir el riesgo cardiovascular. Finalmente es necesario enfatizar que, a pesar de la efectividad de los fármacos en reducir la presión arterial, un porcentaje muy importante de pacientes va a requerir una combinación adecuada de al menos dos fármacos para conseguir alcanzar los objetivos terapéuticos.
The aim of antihypertensive treatment is focused on the reduction of cardiovascular risk associated to blood pressure elevation. In order to achieve the benefit it is recommended to effectively treat and control all the associated cardiovascular risk factors and to reach blood pressure targets according to the absolute cardiovascular risk of the patient. The use of the five main antihypertensive drug classes (diuretics, beta-blockers, calcium antagonists, angiotensin-converting enzyme inhibitors and angiotensin-receptor blockers) has demonstrated its capacity to reduce cardiovascular morbidity and mortality in patients with differents degrees of blood pressure elevation, men and women of all ages, with systolic or diastolic hypertension. The main differences in cardiovascular protection in comparative studies among agents are probably due to differences in the degree of blood pressure reduction achieved. However, it is clearly recognized that some antihypertensive drug classes have specific indications in special clinical situations. The use of antihypertensive treatment must be accompanied by changes in lifestyle that contribute to both blood pressure and/or cardiovascular risk reductions. Finally, even the known antihypertensive effectiveness of all drug classes, a significant percentage of patients will require a combination of at least two drugs to effectively reach the therapeutic goal.