La frecuencia cardíaca elevada ha sido asociada al riesgo aumentado de muertecardiovascular y no cardiovascular. Sin embargo, no se ha evaluado la posible relación entre lafrecuencia cardíaca y la progresión de la enfermedad renal.
Pacientes y métodoA 24 pacientes con insuficiencia renal crónica moderada-grave de origen nodiabético y con hipertensión arterial se les realizó una monitorización ambulatoria de presiónarterial y frecuencia cardíaca de 24 horas en condiciones basales. Asimismo, se determinó latasa de progresión de la insuficiencia renal, estimada como la pendiente de regresión del recíprocode la creatinina respecto al tiempo.
ResultadosTras un período de seguimiento medio de 38 meses, la tasa media de progresión(DE) de la insuficiencia renal fue de –0,004 (0,039) dl/mg/mes. La progresión de la enfermedadrenal no mostró correlación con las presiones arteriales sistólica o diastólica basales ni seobservaron diferencias entre los pacientes que presentaban un patrón de presión arterial nodipper respecto a los que presentaban un patrón dipper. La frecuencia cardíaca de 24 horas(r = 0,40; p = 0,05) y diurna (r = 0,534; p = 0,007) mostraron una correlación con la progresiónde la insuficiencia renal. La proteinuria, por su parte, mostraba una correlación con la frecuenciacardíaca nocturna (r = 0,405; p = 0,05), pero no con la tasa de progresión de la insuficienciarenal.
ConclusionesLa frecuencia cardíaca, especialmente la diurna, se asocia con la progresión dela insuficiencia renal en pacientes con insuficiencia renal crónica moderada-grave no diabética,sugiriendo que ésta es un factor de riesgo (o un marcador) de progresión de la enfermedadrenal.
An increased heart rate is associated with an increased risk of cardiovascular andnon-cardiovascular death. However, the possible relationship between heart rate and the rate ofprogression of renal disease has not been assessed so far.
Patients and methodTwenty-four-hour ambulatory blood pressure and heart rate recordings atbaseline conditions were obtained in 24 patients with non-diabetic chronic renal failure andhypertension. The rate of progression of renal disease was estimated on the basis of the slopeof the reciprocal of serum creatinine concentration against time.
ResultsAfter a mean follow-up of 38 months, the rate of progression of renal failure was–0.004 (0.039) dL/mg/month. Progression of renal disease showed no correlation with baselineambulatory systolic or diastolic blood pressures, and did not differ between dipper and non-dipperpatients. Twenty-four-hour (r = 0.40, p = 0.05) and day-time (r = 0.534, p = 0.007) heartrates showed a relationship with the progression of renal failure. Proteinuria displayed a correlationwith night-time heart rate (r = 0.405, p = 0.05) but not with the progression of renal failure.
ConclusionsBaseline ambulatory heart rate, especially day-time heart rate, is associated withthe decline of renal function in non-diabetic patients with chronic renal failure, suggesting thatheart rate is a risk factor (or marker) for renal disease progression. Prospective controlled studieswith a larger sample of patients are needed to confirm these findings and to investigatethe possible mechanisms involved in this association.