En las últimas décadas se ha producido en el mundo un incremento paralelo en la prevalencia de obesidad y diabetes mellitus tipo 2, dato no sorprendente si tenemos en cuenta que el aumento de grasa visceral es el principal factor de riesgo para el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 en individuos genéticamente predispuestos. La intervención centrada en el control intensivo de la glucemia en la diabetes mellitus tipo 2 con los tratamientos clásicos aumenta el riesgo de ganancia de peso y aparición de hipoglucemias. Por el contrario, la pérdida de peso mediante cambios en el estilo de vida, fármacos y/o cirugía mejora simultáneamente la mayoría de factores de riesgo cardiovascular, incluida la hiperglucemia. La intervención intensiva sobre el estilo de vida induce un beneficio global en el paciente con diabetes mellitus tipo 2, pero la pérdida ponderal a largo plazo es modesta y no ha demostrado reducir la morbimortalidad cardiovascular. La aparición de nuevos grupos terapéuticos para la diabetes mellitus tipo 2 o la obesidad, que consiguen mejorar simultáneamente la HbA1c, el peso y otros factores de riesgo cardiovascular sin producir hipoglucemias, representa un salto cualitativo en el manejo de los pacientes con diabesidad. Un inhibidor del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 y un agonista del receptor de GLP1 recientemente han demostrado reducir la mortalidad cardiovascular y total en la diabetes mellitus tipo 2 con enfermedad cardiovascular. Además, la cirugía bariátrica ha mostrado una rápida remisión de la diabetes mellitus tipo 2 en un gran porcentaje de pacientes y reduce la mortalidad específica para diabetes. La aparición de nuevos tratamientos plantea la posibilidad de cambiar la estrategia terapéutica glucocéntrica actual por una estrategia adipocéntrica.
In recent decades, there has been a worldwide parallel increase in the prevalence of obesity and type 2 diabetes mellitus (T2DM), which is not surprising, given that increased visceral fat is the main risk factor for the development of T2DM in genetically predisposed individuals. An intervention focused on intensive blood glucose control in T2DM with classic drugs increases the risk of weight gain and the rate of hypoglycaemia. In contrast, weight loss through lifestyle changes, drugs and/or surgery simultaneously improves most cardiovascular (CV) risk factors, including hyperglycemia. Intensive intervention on lifestyle induces an overall benefit in patients with T2DM, but long-term weight loss is modest and has not been shown to reduce CV morbidity and mortality. The emergence of new therapeutic classes for T2DM and obesity, which simultaneously improve HbA1c, weight and other CV risk factors without inducing hypoglycaemia, represents a major change in the management of patients with diabesity. A sodium-glucose cotransporter-2 inhibitor and a GLP-1 receptor agonist have recently been shown to decrease CV and total mortality in type 2 diabetic patients with CV disease. Furthermore, bariatric surgery rapidly inducesremission or improvement of T2DM in a large percentage of patients and reduces diabetes-relatedmortality. The emergence of new therapies raises the possibility of changing the current glucose-centred therapeutic strategy for a weight-centred approach.