El tratamiento actual de la fractura de cadera osteoporótica requiere la participación de varias especialidades. El objetivo de este estudio fue conocer el perfil de los pacientes con esta fractura candidatos a la consulta a un equipo de valoración geriátrica (EVG), así como la influencia que tiene el seguimiento geriátrico sobre la evolución intrahospitalaria.
Pacientes y métodoSe evaluó a todos los pacientes mayores de 64 años ingresados por fractura de cadera en un hospital universitario durante 12 meses. Al ingreso y al alta se evaluó la situación clínica, funcional, mental y social en los pacientes seguidos por el EVG y en los que no se consultaron al mismo. Se compararon ambos grupos y se aplicó un análisis multivariante para conocer las variables asociadas con un curso hospitalario más favorable.
ResultadosLos pacientes que se consultaron al EVG (n=202) fueron mayores (84,4 frente a 81,7 años), con peor situación funcional previa (índice de Barthel, 72 frente a 79), presentaron mayor frecuencia de enfermedades (5,4 frente a 3,3) y medicaciones previas (3,2 frente a 1,9), deterioro cognitivo (el 52 frente al 41%), riesgo quirúrgico elevado (el 54 frente al 26%) y necesidad de ayuda social (el 57 frente al 38%) que los que no consultaron (n=200). Al alta, los pacientes seguidos por el EVG presentaban mejor situación funcional (índice de Barthel, 38,5 frente a 34) y, con más frecuencia que los no consultados, habían sido intervenidos quirúrgicamente (el 92 frente al 84%), recibido fisioterapia (el 83,7 frente al 66,5%) y deambulaban (el 56,1 frente al 33,8%). En el análisis multivariante, la intervención del EVG apareció como una variable independiente asociada a ser intervenido (odds ratio [OR], 4,2; intervalo de confianza [IC]: 2,80–6,34), recuperar la deambulación al alta (OR, 8,26; IC, 5,23-13,04) y recibir más diagnósticos (OR, 79,69; IC: 55,48-114,45), y no se asoció a una estancia hospitalaria mayor.
ConclusionesLos pacientes con fractura de cadera en fase aguda que se consultan a geriatría son de mayor complejidad que los no consultados. La intervención del EVG en el seguimiento de estos pacientes mejora su curso clínico y la eficacia del ingreso hospitalario.
The treatment of osteoporotic hip fracture requires the intervention of different medical specialities. The purpose of this study was to know the clinical profile of patients with an acute hip fracture referred for assessment and management to a geriatric assessment team (GAT) and the influence of this kind of geriatric care in their hospital outcome.
Patients and methodAll patients 65 year-old or older admitted in a teaching hospital for a hip fracture in a 12 month period were included. The clinical, functional, cognitive and social status were assessed at admission and at discharge in both groups: the patients managed by the GAT and the patients that were not. The patient´s characteristics of both groups were compared, and a multivariant analysis was applied to search the variables independently associated wit a better clinical course.
ResultsOn admission, the GAT patients (n=202) were significantly (p<0.05) older (84.4 vs 81.7 years), had more previous functional impairment (Barthel index 72 vs 79), more previous diseases (5.4 vs 3.3) and medications (3.2 vs 1.9), presented more frequency of cognitive impairment (52 vs 41%), of high surgical risk (54 vs 26%) and more need of social assistance at home (57 vs 38%) than non-refered patients (n=200). At discharge, GAT patients had better functional status (Barthel index 38.5 vs 34), had been surgically treated (92 vs 84%), had received fisiotherapy (83.7 vs 66.5%) and walked more (56.1% vs 33.8%) than others. In the multivariant analysis, the GAT intervention shows like an independent variable associated to higher frecuency of surgical treatment (OR 4.21; CI, 2.80-6.34), to recovery of walking ability (OR, 8.26; CI, 5.23-13.04) and to receive more medical diagnosis (OR, 79.69; CI: 55.48-114.45). The GAT intervention was not associated to a longer hospital stay.
ConclusionsThe patients with hip fracture in acute phase required for management by a GAT are more complex than those who were not consulted. In these patients GAT intervention improve their clinical outcome and the efficiency of hospital admission.