La diabetes mellitus es una enfermedad cada vez más prevalente a nivel mundial. Se acompaña del desarrollo de complicaciones tanto micro como macroangiopáticas, asociándose a una elevada morbimortalidad. Diversos estudios han demostrado una correlación directa entre la mejora del control metabólico y la disminución del riesgo de complicaciones crónicas, especialmente las microangiopáticas.
El control glucémico en el paciente con diabetes tipo 2 (DM2) se centra principalmente en la determinación de 3 parámetros: la hemoglobina glucosilada (HbA1c), la glucemia plasmática en ayunas (GPA) y la glucemia posprandial (GPP). Actualmente, la HbA1c se considera el patrón de referencia para evaluar el control glucémico del paciente diabético, debido a la larga experiencia disponible sobre la reducción del riesgo de complicaciones crónicas.
Sin embargo, parece existir una creciente evidencia de que fluctuaciones agudas de glucemia también estarían implicadas en la patogénesis de las complicaciones crónicas. Se ha sugerido que las decisiones sobre el tratamiento no deberían tomarse exclusivamente basándose en los valores de HbA1c, sino teniendo en cuenta también la variabilidad glucémica. En los últimos años han aparecido estudios que abogarían por la utilización de la GPP (bien como dato aislado o como componente de la variabilidad glucémica) para estimar de forma más completa el control glucémico del paciente.
Diabetes mellitus is an increasingly prevalent worldwide disease, complicated by development of micro- and macro-angiopathy and associated with high morbidity and mortality. Several studies have demonstrated a direct correlation between improvement of metabolic control and a reduced risk of chronic complications, especially microangiopathy. Glycemic control in type 2 diabetes (DM2) patients focuses primarily on the assessment of three parameters: glycated hemoglobin (HbA1c), fasting plasma glucose (FPG) and postprandial glucose (PPG). Currently, HbA1c is regarded as the gold standard for assessing glycemic control, due to the large experience regarding the reduction of chronic complication risks. However, there is growing evidence that acute glucose fluctuations could also be involved in the pathogenesis of chronic complications. It has therefore been suggested that treatment decisions should not be based exclusively on HbA1c, but should also take into account glycemic variability. Recently, several studies have advocated the use of PPG (either as an isolated value or as a component of glycemic variability) as a more accurate way of estimating glycemic control in patients with diabetes.