Las mayoría de guías clínicas para el tratamiento de la hipertensión arterial recomiendan considerar el riesgo cardiovascular global del individuo y no únicamente las cifras de presión en las tomas de decisión terapéuticas. Además, se establecen indicaciones específicas para cada una de las diferentes familias de fármacos antihipertensivos. El objetivo del presente estudio ha sido valorar la posible relación entre el perfil de riesgo cardiovascular, así como los diferentes factores que influyen en dicho riesgo, y la utilización de los fármacos antihipertensivos.
MétodosEstudio transversal,observacional y multicéntrico en 2.850 pacientes hipertensos. Se ha evaluado el uso del tratamiento antihipertensivo en función de la presencia de factores de riesgo cardiovascular asociados, lesión de órgano diana o enfermedad cardiovascular asociada, así como del perfil de riesgo cardiovascular absoluto.
ResultadosLa diabetes se acompaña de una mayor utilización de bloqueadores de los canales del calcio e inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina II (IECA), mientras que la dislipemia o el tabaquismo no inciden en la utilización de unas u otras familias de fármacos. La presencia de enfermedad cerebrovascular se acompaña de una mayor utilización de bloqueadores de los canales del calcio e IECA, mientras que la enfermedad coronaria se asocia con un mayor uso de bloqueadores de los canales del calcio y bloqueadores beta. La coexistencia de insuficiencia cardíaca se relaciona con una mayor utilización de diuréticos y antagonistas de los receptores de la angiotensina, pero no de bloqueadores beta o IECA. El perfil de riesgo cardiovascular más elevado se acompaña de una mayor utilización de antihipertensivos, en general, pero sin un claro desplazamiento de unas a otras familias.
ConclusiónEl impacto del perfil de riesgo cardiovascular sobre la utilización de los fármacos antihipertensivos parece ser relativamente escaso, especialmente por lo que respecta a los pacientes con dislipemia o con insuficiencia cardíaca. Con el objeto de ayudar a conseguir la individualización del tratamiento basada en la estratificación del riesgo global se sugiere mejorar los flujos de información de las directrices internacionales.
Hypertension guidelines emphasize the selection of antihypertensive treatment on the basis of absolute cardiovascular risk. Moreover, compelling and possible indications for each antihypertensive drug class are recommended for patients with other concomitant conditions. The aim of the present study was to analyze the relationship between the cardiovascular risk profile and co-morbid conditions on antihypertensive drug class use.
MethodsThis is an observational, multicenter, cross-sectional study performed in 2,850 essential hypertensive patients. Antihypertensive drug treatment has been evaluated on the basis of the presence of other cardiovascular risk factors, target organ damage or cardiovascular diseases, as well as the absolute cardiovascular risk profile.
ResultsPatients with diabetes were treated more frequently with calcium channel blockers (CCB) and ACE inhibitors. However, the presence of hypercholesterolemia or smoking habit did not influence the use of antihypertensive drug classes. The presence of cerebrovascular disease increased the use of CCB and ACE inhibitors, whereas coronary disease increased the use of CCB and betablockers. The use of diuretics and angiotensin II receptor antagonists was increased in patients with cardiac failure, whereas neither betablockers nor ACE inhibitors were affected by this concomitant disease. Patients with the highest cardiovascular risk received more antihypertensive treatment than those with lower risk, but this was not accompanied by switching from old classes to new ones.
ConclusionCardiovascular risk profile seems to have little influence on the use of antihypertensive drug classes, particularly the presence of hypercholesterolemia or cardiac failure. It seems adequate to emphasize the necessity of an individualization of antihypertensive treatment, based on the presence of concomitant conditions that influence the absolute cardiovascular risk.