En México, la diabetes mellitus (DM) es un problema de salud pública considerada una urgencia epidemiológica, siendo la segunda causa de muerte, el costo de atención estimada es 7,7 mil millones de dólares anuales1. La diabetes es una de las comorbilidades más frecuentes en personas con COVID-19, con una prevalencia del 7-30%; además, en comparación con pacientes no diabéticos, la tasa de admisión hospitalaria, neumonía grave y mortalidad es más alta2. El objetivo de este estudio fue conocer el impacto de la DM durante la pandemia a través de la prevalencia, gravedad clínica y mortalidad. Se realizó un estudio transversal a pacientes>18 años, confirmados con infección por SARSCoV-2 mediante prueba RT-PCR durante las primeras olas de la enfermedad, de febrero a junio de 2020, en la unidad de cuidados respiratorios convencionales del Hospital General de México «Dr. Eduardo Liceaga», un centro de concentración y asistencia social, siguiendo los protocolos sobre la publicación de datos de pacientes. Se incluyeron un total de 1006 pacientes, para el análisis estadístico se realizó la prueba U de Mann-Whitney, Chi cuadrada y exacta de Fisher. En nuestra serie, el 62% fueron del género masculino, edad promedio de 52,3 y 58,8 años para los grupos con ausencia y presencia de DM, respectivamente; los pacientes con DM (310) presentaron mayor número de comorbilidades (99,4%) como hipertensión arterial sistémica 143 (45,8%), enfermedad renal crónica 36 (11,5%) y tabaquismo 18 (5,8%), con respecto al grupo de personas sin DM (tabla 1). Se realizó un modelo de regresión logística, encontrando que pacientes>60 años tuvieron una RM de 2,8 (intervalo de confianza del 95% [IC95%] 2,05-3,70; p<0,001) de morir por COVID-19 en comparación con el grupo de menor edad. El género masculino presentó una RM de 1,46 (IC95% 1,08-1,99; p=0,015) de morir en comparación con el género femenino, los pacientes con enfermedad renal crónica presentaron una RM de 2,02 (IC95% 1,21-3,39; p= 0,007) de morir en comparación con los que no reportaron esa enfermedad.
Características sociodemográficas y clínicas de la población de acuerdo con estatus de diabetes mellitus
Total | No DM | Sí DM | Valor de p | |
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Variable | n=1006 | n=694 | n=312 | |
Edad, media (DE) | 54,3 (14,8) | 52,3 (15,5) | 58,8 (11,8) | <0,001a |
Sexo, n (%) | ||||
Mujer | 382 (38,0) | 259 (37,3) | 123 (39,4) | |
Hombre | 624 (62,0) | 435 (62,7) | 189 (60,6) | 0,525b |
Comorbilidades, n (%) | ||||
No | 265 (26,3) | 263 (37,9) | 2 (0,6) | |
Sí | 741 (73,7) | 431 (62,1) | 310 (99,4) | <0,001c |
Hipertensión arterial, n (%) | ||||
No | 709 (70,5) | 540 (77,8) | 169 (54,2) | |
Sí | 297 (29,5) | 154 (22,2) | 143 (45,8) | <0,001b |
Sobrepeso, n (%) | ||||
No | 933 (92,7) | 651 (93,8) | 282 (90,4) | |
Sí | 73 (7,3) | 43 (6,2) | 30 (9,6) | 0,053b |
Tabaquismo, n (%) | ||||
No | 934 (93,2) | 652 (94,4) | 282 (90,7) | |
Sí, actualmente | 51 (5,1) | 33 (4,8) | 18 (5,8) | |
Anteriormente | 17 (1,7) | 6 (0,9) | 11 (3,5) | 0,008b |
Cardiopatía, n (%) | ||||
No | 973 (96,7) | 673 (97,0) | 300 (96,2) | |
Sí | 33 (3,3) | 21 (3,0) | 12 (3,8) | 0,499b |
Enfermedad renal, n (%) | ||||
No | 930 (92,4) | 654 (94,2) | 276 (88,5) | |
Sí | 76 (7,6) | 40 (5,8) | 36 (11,5) | 0,001b |
EPOC | ||||
No | 989 (98,6) | 683 (98,8) | 306 (98,1) | |
Sí | 14 (1,4) | 8 (1,2) | 6 (1,9) | 0,339b |
Requirió UCIR, n (%) | ||||
No | 694 (69,7) | 485 (70,6) | 209 (67,9) | |
Sí | 301 (30,3) | 202 (29,4) | 99 (32,1) | 0,384b |
Gravedad clínica inicial, n (%) | ||||
Leve | 155 (15,5) | 117 (17,0) | 38 (12,2) | |
Moderada | 463 (46,2) | 315 (45,7) | 148 (47,4) | |
Crítica | 384 (38,3) | 258 (37,4) | 126 (40,4) | 0,148b |
Murió o vivió, n (%) | ||||
Vivió | 723 (71,9) | 507 (73,1) | 216 (69,2) | |
Murió | 283 (28,1) | 187 (26,9) | 96 (30,8) | 0,212b |
DE: desviación estándar; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; UCIR: unidad de cuidados intensivos respiratorios.
En nuestra serie los pacientes con hipertensión arterial sistémica/DM fueron 143 (45,8%), representando el 80% de las comorbilidades en hospitalizados con COVID-19, presentando mayor riesgo de ingresar a unidad de cuidados intensivos y mayor mortalidad.
La presencia de DM en infección por COVID-19 es frecuente, como observamos en nuestro estudio en 312 pacientes (31%); en España se encontró DM en el 16,2-19,4% de los casos, en Reino Unido en el 19%, en Estados Unidos en el 38% y en un metaanálisis en China, Estados Unidos, Francia e Israel en el 14,34%. La glucemia no controlada es un predictor significativo de gravedad y muerte en pacientes con SARS-CoV-2, en nuestra serie el 80% presentaron glucemia>300mg/dl y Hba1c media>15%; además, la diabetes se asoció a incremento en hospitalizaciones (31%) y ventilación mecánica, presentando 148 pacientes enfermedad moderada (47,4%) y 126 crítica (40,4%), con un total de 96 defunciones (30,8%)3.
Encontramos sobrepeso en 30 pacientes (9,6%), la obesidad se ha asociado con formas graves de la enfermedad en pacientes con índice de masa corporal>5, teniendo más riesgo de hospitalización, ingreso en UCI y muerte4. La enfermedad renal crónica por nefropatía diabética se asoció a mayor hospitalización en 36 (11,5%) pacientes.
Se ha documentado que la DM, hipertensión arterial sistémica, enfermedades cardiovasculares y respiratorias se asocian con mayor mortalidad y son la principal causa de discapacidad en México; la DM es el primer motivo de amputación no traumatológica y de ceguera, en nuestro estudio el 30% de los pacientes diabéticos presentaron secuelas pulmonares, disminuyendo así su capacidad pulmonar. Hasta el momento no se ha logrado asegurar un control glucémico adecuado en pacientes que viven con DM, dando como consecuencia aumento de los años de vida potencialmente perdidos atribuibles a muertes prematuras, a pesar de que en los últimos años se han incrementado las políticas para adoptar una dieta equilibrada y estilos de vida saludable que incluyan activación física diaria, así como programas en los que se fomenta la importancia del autocuidado de la salud y sensibilización en los riesgos de la obesidad y la mala alimentación5.
La tasa de mortalidad es alta en personas con enfermedades crónicas e infección por SARSCoV-2 (COVID-19) por lo que es imprescindible contar con un adecuado diagnóstico y control médico, así como continuar implementando puntualmente las medidas de prevención.
FinanciaciónNo se tuvo participación de ninguna fuente de financiamiento.
Conflicto de interesesNinguno.