El nódulo tiroideo es una lesión frecuente dentro del tiroides. Su incidencia se sitúa entre un 50-60%, y la mayoría son asintomáticos y benignos (90-95%), realizándose con frecuencia su diagnóstico como hallazgo incidental. El objetivo principal de su estudio es descartar el cáncer tiroideo.
La ecografía cervical es la técnica diagnóstica no invasiva de elección, para estudiar la glándula tiroidea y su enfermedad, incluido el nódulo tiroideo, por ser la técnica con mejor relación coste/beneficio. Junto con la anamnesis, la exploración física, los antecedentes personales y familiares y las pruebas de laboratorio, posibilita el primer enfoque diagnóstico. La ecografía permite la descripción de los nódulos tiroideos atendiendo a su estructura, morfología, márgenes, tamaño, ecogenicidad, vascularización, calcificaciones y existencia o no de ganglios de aspecto patológico. Posteriormente, la aplicación de sistemas de estratificación de riesgo, como la clasificación TI-RADS, permitirá identificar aquellos nódulos sospechosos de alto riesgo de malignidad estableciendo la indicación de PAAF, determinante para la actitud terapéutica posterior. La ecografía, por tanto, permite al médico de familia una rápida orientación del paciente con nódulo tiroideo, especialmente útil ante la alta sospecha de malignidad. Al tratarse de una técnica operador/dependiente, adquirir conocimientos y habilidades en su manejo aumentará la fiabilidad diagnóstica.
The thyroid nodule is a frequent lesion within the thyroid. Its incidence is between 50%-60% and most of them are asymptomatic and benign (90-95%) and its diagnosis is frequently made as an incidental finding. The main objective of their study is to rule out thyroid cancer.
Cervical ultrasound is the non-invasive diagnostic technique of choice to study the thyroid gland and its pathology, including the thyroid nodule, as it is the technique with the best cost-benefit ratio. Together with the anamnesis, physical examination, personal and family history and laboratory tests, it enables the first diagnostic approach. Ultrasonography allows the description of thyroid nodules according to their structure, morphology, margins, size,echogenicity, vascularization, calcifications and whether or not there are pathological lymph nodes. Subsequently, the application of risk stratification systems, such as the TI-RADS classification, will make it possible to identify those nodules suspected of having a high risk of malignancy, establishing the indication for FNA, which is decisive for the subsequent therapeutic approach. Ultrasound therefore allows the family physician a quick orientation of the patient with a thyroid nodule, especially useful when there is a high suspicion of malignancy. As it is an operator-dependent technique, acquiring knowledge and skills in its use will increase diagnostic reliability.
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