Objetivos: Conocer casos y estudios referentes a este fibrinolítico y su uso en Cuidados Paliativos. Valorar aplicabilidad de los resultados encontrados en la práctica clínica.

Metodología: Se realiza una búsqueda sistemática en los principales buscadores de salud (PubMed, UptoDate, Cohrane, Wiley Online Library, CrossRef, Web of Science, Scopus...), incluidos en la Biblioteca Virtual del Sistema Público Andaluz de Salud (incorpora además libros en papel y electrónicos, materiales de conferencias, patentes y otras publicaciones académicas relevantes)

Resultados: 1) Uso en HDA (Bennett C et al, 2014). Menor incidencia de sangrado respecto a placebo. Parece tener un efecto beneficioso frente a la mortalidad. Reducción de la necesidad de transfusión de sangre en los pacientes quirúrgicos (Roberts et al, 2014). Disminución de la mortalidad en los pacientes con traumatismo hemorrágico, sin aumento evidente en los eventos tromboembólicos (Roberts et al, 2014). Efecto antifibrinolítico (Gluud, 2012). No existen estudios concluyentes en su comparación con cimetidina o lansoprazol en la terapia endoscópica. Estudios realizados en medios hospitalarios (todos) y no en domicilio. 2) Uso en sangrados traumáticos (Roberts et al, 2012). Es seguro no sólo en los pacientes heridos más graves. 3) Experiencia reconocida por vía subutánea (Palliative Care Matters). Información obtenida a través de 1 reseña: Compatibilidad visible; Dosis total empleada: 2000 mg; Volumen de dilución: 20 ml; Reacción de la piel: normal; Autor: Black, Ian.

Conclusiones: No se han encontrado casos o evidencias de su uso específico en cuidados paliativos, excepto una reseña indirecta, la cual se refiere a un uso subcutáneo con poca información. El ácido tranexámico puede ser un tratamiento útil en sangrados, sobre todo cuando el manejo sea domiciliario con expectativas de vida muy corta.