212/3529 - Exantema fijo medicamentoso secundario a carbamacepina
Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud de San Gregorio. Telde.
Descripción del caso: Mujer de 23 años, con antecedentes de epilepsia de reciente diagnóstico, en tratamiento con carbamacepina. Refiere aparición de dos lesiones cutáneas en brazo derecho y mano izquierda, intensamente pruriginosas, de 5 días de evolución que asocia al inicio del tratamiento antiepiléptico. No afectación mucosa. No fiebre ni otra sintomatología. La paciente niega episodios similares previos. Tras tratamiento con corticoide tópico y antihistamínico durante dos semanas, la paciente acude a control objetivándose desaparición de las lesiones con leve hiperpigmentación residual y ausencia de prurito.
Exploración y pruebas complementarias: Se objetivan dos lesiones eritemato-edematosas, de bordes netos y contornos regulares, localizadas en cara interna de brazo derecho y dorso de mano izquierda. Las lesiones presentan excoriaciones superficiales secundarias a rascado. No se observan signos inflamatorios locales.
Juicio clínico: Exantema fijo medicamentoso.
Diagnóstico diferencial: Loxocelismo, reacción exagerada a picaduras de otros insectos y la celulitis pospicadura.
Comentario final: El EFM es una toxicodermia que consiste en el desarrollo de lesiones eritemato-edematosas, violáceas, ovaladas, aisladas o múltiples, de bordes regulares y bien definidos que aparecen de forma reiterada tras la ingesta de un agente, farmacológico o no, y que suele acompañarse de prurito variable. Existen múltiples fármacos asociados, siendo los más frecuentes: AINES, carbamacepina, sulfamidas, amoxicilina, metronidazol y alopurinol. El primer brote suele aparecer días después de la ingesta mientras que en brotes posteriores este intervalo se acorta. Puede afectar tanto a la piel como a mucosas siendo las localizaciones más frecuentes la cara, mucosa oral, extremidades y área genital y perianal. Tras 2-3 semanas las lesiones autoinvolucionan espontáneamente, dejando una hiperpigmentación residual que puede persistir semanas o meses y que no siempre aparece. El diagnóstico es eminentemente clínico aunque pueden utilizarse la prueba de provocación oral, la prueba del parche y la biopsia cutánea, aunque éstas no siempre permiten el diagnóstico de certeza. El EFM no requiere tratamiento específico, tan sólo sintomático con antihistamínicos y corticoides tópicos. Las lesiones pueden reaparecer en la misma localización tras nuevas exposiciones al fármaco causal.
Bibliografía
- Sala López AI, Valverde Leis J. Exantema fijo medicamentoso. Form Med Cont Aten Prim. 2010;17:81-2.
Palabras clave: Exantema. Carbamacepina. Toxicodermia.