212/3161 - Síndrome piramidal: dándole nombre al dolor
aMédico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Zona Centro. Cáceres. bMédico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud San Jorge. Cáceres. cDCCU Rota. Rota. Cádiz. dMédico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Aldea Moret. Cáceres.
Descripción del caso: Mujer, 42 años, sin antecedentes de interés, realiza ejercicio intenso semanalmente: refiere dolor en miembro inferior izquierdo (MII) que le dificulta su actividad deportiva diaria. La paciente describe un dolor a nivel glúteo de semanas de evolución, que le impide la deambulación, con necesidad de rotación interna como posición antiálgica.
Exploración y pruebas complementarias: Se evidencia MII más rotado hacia la parte externa, objetivando contractura que recorre oblicuamente el glúteo, y presenta puntos gatillos a nivel lumbar y centroglúteo, con limitación de los rotadores externos. Radiografía lumbar sin hallazgos.
Juicio clínico: Síndrome piramidal.
Diagnóstico diferencial: Patología discal, bursitis de cadera, tendinitis.
Comentario final: El síndrome piramidal no es muy común, pero representa una causa significativa y tratable de dolor en atención primaria. A menudo no se incluye en el diagnóstico diferencial del dolor lumbar, y es con frecuencia visto como un diagnóstico de exclusión. La familiaridad con los elementos comunes del síndrome debería facilitar diagnostico y tratamiento adecuado. Pasa por alto porque su presentación puede ser parecida a la de una radiculopatía lumbar o disfunción sacra. Se cree que representa el 6-8% del dolor de distribución ciática. Los síntomas y signos más comunes incluyen dolor glúteo que empeora al correr, caminar, subir escaleras y, sobre todo estar mucho tiempo sentado, sensibilidad externa que se presenta como entumecimiento y hormigueo a lo largo del curso del nervio ciático. Los mecanismos causantes del síndrome incluyen el uso excesivo e hipertrofia del músculo piriforme y variaciones anatómicas entre el nervio ciático y el músculo piriforme, aunque una historia de traumatismo directo en la pelvis o el glúteo puede ser la causa de aproximadamente el 50% de los casos. El tratamiento se basa en terapia física, tratamiento analgésico, infiltraciones e incluso quirúrgico. En nuestro caso, se pautó Pazital® asociado a reposo relativo, con ejercicio rehabilitadores, con modificación de movimientos y posiciones "viciadas".
Bibliografía
- Hopayan K. The clinical features of the piriformis syndrome. Surg Radiol Anat. 2012;34:671.
- Natsis K, Totlis T, et al. Anatomical variations between the sciatic nerve and de piriformis muscle: A contribution to surgical anatomy in piriformis syndrome. Surg Radiol Anat. 2014;36:273-80.
Palabras clave: Dolor piriforme. Analgesia.