Conocer el porcentaje de médicos que utiliza las guías de práctica clínica en nuestro centro, sus motivos, el tipo de guías que emplean, su opinión sobre ellas y cómo las evalúan.
Material y métodosSe encuestó a 161 médicos de 32 especialidades clínicas. El cuestionario tenía 17 preguntas cerradas y una abierta, referidas al uso de las guías de práctica clínica.
ResultadosRespondieron 78 médicos (48,4%) de 30 especialidades. De ellos, 38 (48,7%) contestaron que nunca o pocas veces utilizan las guías de práctica clínica, 61 (78,2%) consideran que las guías disminuyen la variabilidad, 64 (82%) que mejoran la calidad asistencial, 31 (39,7%) que están influenciadas por la industria farmacéutica, y 60 (76,9%) que es útil elaborar guías propias. De los 40 (51,3%) médicos que utilizan las guías, 35 (87,5%) las emplean para mejorar la asistencia, 21 (52,5%) usan las de las sociedades científicas, 5 (12,5%) las propias, y 14 (35%), ambas. En la mayoría de los servicios las guías rara vez se evalúan o bien se valoran mediante opiniones individuales.
ConclusionesUn porcentaje significativo de nuestros clínicos no utiliza habitualmente las guías de práctica clínica, a pesar de que la mayoría las considera útiles. Los que las suelen utilizar lo hacen para mejorar la calidad asistencial y emplean habitualmente las de las sociedades científicas. Un 40% opina que las guías están influenciadas por la industria farmacéutica. La mayoría considera útil elaborar guías propias. Las guías no se suelen utilizar de forma homogénea ni se evalúan convenientemente.
To determine the percentage of physicians who use clinical practice guidelines in our center, their motives, the type of guidelines they use, their opinion of these guidelines, and how they are evaluated.
Material and methodsA survey of 161 physicians from 32 clinical specialties was performed. The questionnaire contained 17 closed questions and 1 open question referring to the use of clinical practice guidelines.
ResultsSeventy-eight physicians (48.4%) from 30 specialties responded. Of these, 38 (48.7%) reported that they never or infrequently follow clinical practice guidelines, 61 (78.2%) believe that guidelines reduce variability, 64 (82%) believe that they improve healthcare quality, 31 (39.7%) believe that guidelines are influenced by the pharmaceutical industry, and 60 (76.9%) consider that creating their own guidelines is useful. Of the 40 physicians (51.3%) who use guidelines, 35 (87.5%) do so to improve clinical care, 21 (52.5%) use the guidelines of the medical specialty societies, 5 (12.5%) use their own guidelines and 14 (35%) use both. In most departments, guidelines are seldom evaluated or they are evaluated on the basis of individual opinion.
ConclusionsA significant percentage of our physicians does not usually employ clinical practice guidelines, although most physicians consider them to be useful. The physicians who habitually use them do so to improve healthcare quality and usually follow those of the medical specialty societies. Forty percent believe that guidelines are influenced by the pharmaceutical industry. Most physicians believe that creating their own guidelines is useful. Guidelines are not used homogeneously nor are they properly evaluated.