Barcelona, 2 diciembre 1934/30 noviembre 2019
El pasado 30 de noviembre falleció en Barcelona el Expresidente de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT), profesor Alfons Fernández i Sabaté.
Nacido en Barcelona el 2 de diciembre del año 1934, recibió instrucción en las Escuelas y en los Liceos Franceses; fruto de esta educación fue su admiración por todo lo francés.
Cursó sus estudios de Medicina en la Universidad de Barcelona. Alumno interno del profesor Piulachs. Doctor en 1969 con una magnífica Tesis sobre la seudoartrosis postraumática de la diáfisis tibial.
Realizó la especialidad en París, en el Hospital Cochin, bajo la dirección del profesor Merle D’Aubigne; desde 1965 a 1970 ejerció como especialista en el Hospital Vall d’Hebron con el Dr. Fernando Collado Herrero; en el año 1970 fue reclutado por el Dr. Joaquim Cabot Boix que había inaugurado el Servicio de COT de Bellvitge y en el año 1980 fue nombrado jefe de este servicio, cargo que ostentó hasta su jubilación en el año 2004.
El profesor Fernández Sabaté era hombre serio, poco amigo de las frivolidades, muy trabajador y disciplinado; su perfeccionismo rayaba en el narcisismo, que exigía que las cosas fueran como él las concebía.
El respeto de la comunidad ortopédica hacia su figura fue máximo. Cuando se hablaba de traumatología era imposible no mencionar a Fernández Sabaté, especialmente en la afección séptica y cirugía de la cadera.
Era hombre muy religioso que, además poseía una gran espiritualidad. La religiosidad le venía dada por los memes familiares y culturales; su espiritualidad le llevaba a preocuparse por el prójimo implicándose en organizaciones caritativas; esta actividad solo era conocida por su familia y sus íntimos. Jamás le oí comentarlo en público pues era una persona muy discreta. Esta espiritualidad es sin duda, de origen genético, ya que muy probablemente poseía el gen de Dios el («God Gene» de Hamer).
Las 2 aficiones que le conocí fueron la historia catalana en todas sus facetas: cultural, geográfica y biológica, y la historia sobre todo lo referente a la especialidad de traumatología.
Dedicó mucho esfuerzo y tiempo a la investigación histórica como ciencia social. Poseía los atributos del espíritu científico: positividad, racionalidad y objetividad, si bien, esta última tiene una carga subjetiva que puede sesgar la realidad; es muy difícil ser «sujeto indiferente» (Barraud).
Fue, según creo, en la investigación histórica dónde encontró, a través de la disciplina que esta imponía, su desarrollo espiritual. Este crecimiento espiritual era promovido por una energía o fuerza que actuaba como motor de la disciplina. Esta fuerza para Scott Peck es el Amor. El amor es un acto de voluntad (intención y acción) que requiere esfuerzo. Alfons pudo recorrer este camino hacia la cima del crecimiento espiritual gracias a que su campamento base estuvo siempre bien cuidado, especialmente por su esposa Teresa.
Fernández Sabaté nos ha dejado una obra imperecedera: Nuestros fundadores y maestros entre 1935 y 1946; Influencia europea en la COT española, y Barcelona y la SECOT 1936-2002.
Su aportación hará que siempre nos acordemos de él. Los cursos de formación y los tratados de la especialidad son de corto recorrido.
Alfons, la SECOT siempre te agradecerá esta donación que rubrica tu espíritu altruista.
Gràcies
Antonio Navarro Quilis
